Mi estimada y sagaz pero confundida capataz (de este honorable taller de hojalatería y pintura literarias). Veamos:

No piense usted que mientras la paloma mensajera cruzaba el Atlántico de ida y vuelta estuve rascándome el tuch, ni chupándome del yalk’ab, nada de eso. Mi pool estuvo ocupada en idear la forma de evitar la extinción de los escasos úulum que habitan en estas tierras de ficción, tallereando otras obrillas diseminadas a lo largo del calendario y otros menesteres ajenos a la disciplina literaria, por lo tanto, intentaré ser breve.

Uno de los postulados fundamentales del Sutil y Delicado Arte de Sospechar (SyDAS), Doctorado Horroris Causa que recientemente me fuera otorgado por la Real y Pontificia Universidad de Groenlandia, establece: “No todo lo que brilla es oro”, lo que traducido al léxico popular significa que no hay que irse con la finta, como al parecer ha ocurrido.

Por lo anterior, me permito brindarle una segunda pista, no sin antes aclararle que por su naturaleza, la historia contiene algunas figuras que deben interpretarse como alegorías más que en forma literal. Veamos por partes al estilo de Jack:

“Ya no era el hombre que fue, ni sería quien quiso ser”: la lógica del SyDAS sugiere que no es un hombre joven ni tampoco un sujeto acabado, sino todo lo contrario, ¿de acuerdo? Todavía vislumbra un futuro, aunque no el que le hubiera gustado.

“La fuerza y juventud, un pasado nebuloso”: en efecto, se confirma que el sujeto ya no es el joven fuerte que fue y que vagamente recuerda. Una hipótesis puede ser que quizás conserve algo de aquella fuerza. Hablar de un pasado y, además, nebuloso, sugiere que puede ser lejano, perdido en el tiempo y/o la memoria.

Conclusión obtenida mediante la aplicación rigurosa de la metodología del SyDAS: El sujeto no es joven y puede ser viejo, pero ha olvidado parte de su pasado, lo que permite sospechar que sí es viejo y quizá conserve parte de su fuerza.

“El Presente: el destello vespertino”. Un destello, según mi entender, es una luz momentánea y/o repentina, pero para salir de dudas, la RAE dice: Resplandor vivo y efímero, ráfaga de luz que se enciende y amengua o apaga casi instantáneamente.

El comprobado método del SyDAS conduce entonces a la sospecha de que el presente es efímero para el sujeto cuyo futuro es ir a dar al asilo o liberarse de alguna forma, de lo que se concluye que indefectiblemente se trata de un viejo, no necesariamente privado de memoria, pero en vías de perderla. A la condición de brevedad del destello habrá que agregarle la luminosidad que lo caracteriza y que alegóricamente sugiere lucidez. En pocas palabras, una gran idea surgida por la tarde (¡Eureka!): usar el revólver como medio de liberación de un viejo medio desmemoriado sentenciado a terminar sus días en un asilo. ¡Voilà!... Jazz Tubo

Para enfatizar los brillantes descubrimientos logrados mediante la aplicación sistemática del insuperable SyDAS, me permití cambiar "el destello vespertino" por "ese destello vespertino", para dar la idea de algo único e irrepetible, esperando que funcione, como los hermanos Wright lo hicieron en su oportunidad, momentos antes de echar a volar el Kitty Hawk.

Visto y dicho lo anterior, regresemos al lugar de los hechos que, para beneficio de las pesquisas, ha sido localizado en Google Maps y convenientemente nombrado (la casa) y retocado, para beneplácito de los actores que inmerecidamente habían desaparecido del elenco (todos), quienes vuelven a escena:

Thriller

Ya no era el hombre que fue, ni sería quien quiso ser. La fuerza y juventud, un pasado nebuloso. El presente, ese destello vespertino. El futuro, la difícil disyuntiva: confinación en el asilo o libertad con el revólver.

Medianoche, todos duermen en la casa. Un disparo, conmoción, gritos, pasos apresurados, un bulto inmóvil en la cama; suspenso, temor, cobertores enrollados, la recámara vacía. Desconcierto, búsqueda, una cortina en tiras, el portón abierto, la chapa destrozada. En la acera, vidrios, rastros de sangre. Al alzar la vista, un automóvil desaparece tras la bruma.
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En el siguiente capítulo, si su curiosidad es grande y su tolerancia a rollos mareadores también, podrá averiguar más detalles acerca de la misteriosa casa de la que se fugó el abuelo al que querían confinar en el asilo.

También podrá saber más acerca del vehículo que, estacionado afuera de la casa, fue empleado por el fugitivo para escapar, después de dejar un rollo de cobertores en su cama para aparentar que estaba dormido.

Si también le interesa conocer el origen de los vidrios y la sangre y por qué están ahí, declaro solemnemente que no fui yo quien los introdujo. Fue deseo del editor de esta brevísima novela, quien insistió en incluirlos para darle más dramatismo a la escena y convertirlo en best-seller y muy taquillero al ser llevado a la pantalla grande. ¿Qué thriller no tiene sangre en sus venas?

Espero con ansia vuestra crítica sana, nutritiva y motivante

Saludos cordiales
Pseudónimo
22 de March de 2020 / 02:21
Thriller 18 de March de 2020 / 19:42
Pseudónimo
Taller 19 de March de 2020 / 14:39
Carmen Simón
Réplica No. 1 19 de March de 2020 / 19:31
Pseudónimo
Taller 20 de March de 2020 / 14:49
Carmen Simón
Primera pista 20 de March de 2020 / 21:52
Pseudónimo
Taller 21 de March de 2020 / 10:24
Carmen Simón
Segunda pista 22 de March de 2020 / 02:21
Pseudónimo
Taller 23 de March de 2020 / 13:46
Carmen Simón
Tercera pista 24 de March de 2020 / 04:01
Pseudónimo
Taller 24 de March de 2020 / 06:31
Carmen Simón
Cuarta pista: ¡magna pollum habemus! 24 de March de 2020 / 18:21
Pseudónimo
Taller selección 25 de March de 2020 / 10:26
Carmen Simón
 

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