Buenos días, Joseh. Alguien, alguna vez me dijo que se veía muy claro en la mente y ya en el papel no es igual de claro. Es el caso de este texto. Ya mejore la estructura y saque un personaje implícito que está dificultando la trama.
Vamos a ver si así, queda más clara la intención de la historia y luego trabajamos en el título.
Saludos.

Sin título
Llevaba varios días enarbolando, a la vista de cualquiera que pasara frente a él, un letrero que decía. “Hermann Muntz, Fráncfort , Alemania”. Se sintió como cuando, enfermo, ni su hijo ni sus vecinos lo quisieron ayudar con el cuerpo que contaba ya diez días pudriéndose en el sillón. Igual que en aquel momento, nadie conocido se acercaba y él lloró en silencio ante el abandono. Hasta que una familia hispana que había venido a recibir a una tía octogenaria, se mostró interesada. Aunque nunca aprendió español, las palabras eran inconfundibles: “Sin tus seres queridos es mejor que vengas con nosotros”. Respiró aliviado por salir de aquel limbo. A la salida del túnel, no lo esperaba una bienvenida con flores sino el pozole, los frijoles, la tortilla y el mole con que en aquel mundo de espíritus recibía a los recién fallecidos.