TALLER (I) Realizado por cuenta de Sapo
Hola Malvadisco, para esta ocasión, asumo el tallereo de nuestro amigo SAPO.
Para mejor enmarcar la situación que plantea tu historia: no sé si el título “Adopción” sea el más conveniente. Por lo que se deduce de tu historia parece que el protagonista, un adolescente de origen alemán, llega con un grupo de emigrantes refugiados a algún país hispano en el cual él espera que algún familiar lo reciba. Esta es la primera impresión, aunque en la actualidad cuesta imaginar a un ciudadano de Frankfurt emigrando en esas condiciones (tal vez la clave la dé el final de la mini con ese cuerpo pudriéndose en un sillón en su casa de Frankfurt). Ese final por cierto, abre una expectativa que puede frustrar al lector, ya que plantea varios interrogantes.
Si lo que quieres es contraponer el individualismo y la indiferencia de las sociedades opulentas, en comparación con la actitud más solidaria y humanista de los países no tan desarrollados, el título debería orientar hacía eso.
Si la historia ocurriese en tiempos pretéritos cabría la opción de cambiarle el nombre al chico (Abraham, o Isaac, y algún apellido de ascendencia hebrea) para poder enmarcarla dentro de cierta lógica del pasado más o menos reciente de Alemania.
Cuéntame la intención y vemos la forma de despejar el camino a la mini.
Saludos.
Josep
Para mejor enmarcar la situación que plantea tu historia: no sé si el título “Adopción” sea el más conveniente. Por lo que se deduce de tu historia parece que el protagonista, un adolescente de origen alemán, llega con un grupo de emigrantes refugiados a algún país hispano en el cual él espera que algún familiar lo reciba. Esta es la primera impresión, aunque en la actualidad cuesta imaginar a un ciudadano de Frankfurt emigrando en esas condiciones (tal vez la clave la dé el final de la mini con ese cuerpo pudriéndose en un sillón en su casa de Frankfurt). Ese final por cierto, abre una expectativa que puede frustrar al lector, ya que plantea varios interrogantes.
Si lo que quieres es contraponer el individualismo y la indiferencia de las sociedades opulentas, en comparación con la actitud más solidaria y humanista de los países no tan desarrollados, el título debería orientar hacía eso.
Si la historia ocurriese en tiempos pretéritos cabría la opción de cambiarle el nombre al chico (Abraham, o Isaac, y algún apellido de ascendencia hebrea) para poder enmarcarla dentro de cierta lógica del pasado más o menos reciente de Alemania.
Cuéntame la intención y vemos la forma de despejar el camino a la mini.
Saludos.
Josep
José M. Nuévalos
08 de October de 2019 / 09:27
08 de October de 2019 / 09:27
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