Desmemoria

-No te preocupes, papá- dijo la hija, al repetirse la escena de todos los días.
Le mostraba las fotos familiares donde estaba él, en uniforme militar de diferentes rangos, junto con ellos. Se retiró siendo coronel.
-¿Cuál es mi nombre?- preguntó.
-Walter, el mismo desde que naciste- dijo ella, abrazándolo.
Cuando lo dejaron solo, en su habitación, se puso a registrar todos los rincones, hasta que encontró un revólver; revisó el tambor y, al verlo vacío, buscó balas dándole vuelta al cuarto sin ruido alguno. Al encontrarlas, se acostó en la cama, se apuntó a la sien y jaló el gatillo una decena de veces; cayó el revólver al suelo y luego se durmió. Las balas quedaron olvidadas en una gaveta.