Inserción en Mi menor
Logré que fuese el primero en la escuela y en su relación con los demás niños, a pesar de su sordera de nacimiento, pero como madre el hecho de que no pudiera escuchar música me entristecía. Una mañana lo llevé al mar. Cogidos de la mano nos introducimos en una marea enfurecida. Sus pies se hundían en la arena haciendo del caminar una dulzura ajena a la corriente; el frío del agua le erizaba el vello y hacía temblar; las olas golpeaban su cuerpo una y otra vez marcando la velocidad del paso; la espuma entraba por su nariz, por sus oídos, invadían su interior, y el escozor de la sal le invitaba a cerrar los ojos. Era su primera sinfonía.
manlyf
11 de November de 2019 / 09:30
11 de November de 2019 / 09:30
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