Alma borrascosa
Los dos gozábamos la furia de los elementos. Aquella noche bajo el puente, el río bullía destructor como marco de nuestro deseo. Le revelé entre gritos vehementes que lo adoraba. Ofuscado, me acusó de loca, de imprudente. Si desde siempre yo sabía que amaba a otra; ¿por qué hacía estas torpezas?
Le tenía veneración y si no era conmigo, no estaría con nadie más. En un arranque de rabia lo empujé, lanzándolo a los rápidos.
A los tres días lo encontraron en la desembocadura, hinchado de agua y barro. Para mi hermana –que nunca imaginó nada– fue un golpe terrible. Iban a casarse pronto; pero yo la consuelo. La quiero tanto, aunque no soporto verla feliz.
Le tenía veneración y si no era conmigo, no estaría con nadie más. En un arranque de rabia lo empujé, lanzándolo a los rápidos.
A los tres días lo encontraron en la desembocadura, hinchado de agua y barro. Para mi hermana –que nunca imaginó nada– fue un golpe terrible. Iban a casarse pronto; pero yo la consuelo. La quiero tanto, aunque no soporto verla feliz.
Una escribidora
20 de June de 2018 / 19:24
20 de June de 2018 / 19:24
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