¿Qué tal...
Alma borrascosa
Amábamos la furia de los elementos y, aquella noche bajo el puente, el río bullía destructor como marco de nuestro deseo. Le revelé entre gritos vehementes que lo adoraba. Me acusó de loca, de imprudente. Sabía desde siempre que amaba a otra; ¿por qué hago estas torpezas? Lo veneraba y si no era conmigo, no estaría con nadie más. En un arranque de rabia lo empujé, lanzándolo a los rápidos.
A los tres días lo encontraron en la desembocadura, hinchado de agua y barro. Para mi hermana menor fue un golpe terrible –se iban a casar–. Pero yo la consuelo. La quiero tanto aunque no soporto verla feliz.
Amábamos la furia de los elementos y, aquella noche bajo el puente, el río bullía destructor como marco de nuestro deseo. Le revelé entre gritos vehementes que lo adoraba. Me acusó de loca, de imprudente. Sabía desde siempre que amaba a otra; ¿por qué hago estas torpezas? Lo veneraba y si no era conmigo, no estaría con nadie más. En un arranque de rabia lo empujé, lanzándolo a los rápidos.
A los tres días lo encontraron en la desembocadura, hinchado de agua y barro. Para mi hermana menor fue un golpe terrible –se iban a casar–. Pero yo la consuelo. La quiero tanto aunque no soporto verla feliz.
Una escribidora
18 de June de 2018 / 19:31
18 de June de 2018 / 19:31
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