Tienes razón cuando dices: "Este era justo el tipo de cuentos que yo buscaba de niño". Ahí entendí todo, ja, ja. Me alegra que pienses que le di al clavo. No sabes cuántas veces me machaqué los dedos para atinarle. Tuve que llamara mi yo papá para que me ayudara, je, je.

Fue justamente gracias a José Manuel, a quien conocí en un taller ya extinto, que aterricé por primera vez en Turiki, perdón, en Ficticia, hace once años. Y como dicen que el asesino siempre vuelve a la escena del crimen, esta es mi tercera incursión en estas tierras (o mejor dicho, aguas), cumpliendo este mes dos años ininterrumpidos. Todo un récord de permanencia voluntaria.

Gracia por tus comentarios halagadores y risueños, así como por la sugerencia del nuevo texto. Salvo un pequeño cambio de orden donde se habla de los colores de las caras, lo dejo tal cual:

Turiki

En mis viajes por el universo conocí mundos extraños y misteriosos, pero ninguno tan peculiar como Turiki. Era un pequeño planeta en forma de cubo perfecto, y cada una de sus seis caras tenía un color distinto. Daba vueltas en todas direcciones, para recibir la luz de un diminuto aunque muy brillante sol. Sus habitantes, también pequeños, me recibieron con mucha amabilidad y fui llevado ante su rey. Él me contó que era uno de los seis monarcas que había en el planeta, pues cada cara del cubo era un reino independiente. Fue curioso enterarme de que nunca habían visto a sus vecinos. Se comunicaban a gritos a prudente distancia de las orillas, ya que temían caerse si se acercaban demasiado a los bordes.

Estuve ahí más de cien días, que duraban como cuatro horas de las nuestras. En tan corto tiempo, ellos debían hacer lo que nosotros hacemos en veinticuatro, por lo que siempre andan de prisa y apenas se hablan entre ellos. Su vocabulario no tiene más de doscientas palabras y su alfabeto solo consta de nueve letras. Cuando les enseñé un libro y empecé a leerlo, no podían creer que hubiera cosas tan maravillosas afuera de su mundo. Tampoco se imaginaban cómo podíamos habitar un planeta redondo como la Tierra. La sola idea de vivir sobre una pelota enorme les daba risa.

Espero que te parezca bien.

Recibe un gran abrazo, de niño a niño y su lamentable versión a posteriori, je, je.
Pitágoras
13 de March de 2022 / 22:10
Desde algún lugar del universo 03 de March de 2022 / 22:04
Pitágoras
Taller 13 de March de 2022 / 14:26
Jorge Oropeza
Mi estimado Jorge 13 de March de 2022 / 22:10
Pitágoras
Taller 07 de April de 2022 / 08:08
Jorge Oropeza
 

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