El recreo
Mientras estaba "Esperando a Godot", me asomé al patio. Era necesario hacerlo a cada rato para evitar una tragedia. El pequeño Homero jugaba a "La odisea" con otros dos chicos: Sófocles y Virgilio. Mientras tanto, Séneca escribía "Cartas a Lucilo", sentado a la sombra de un árbol. Más allá, Julito Cortázar, Mario Benedetti y Miguelito Asturias jugaban "Rayuela". Al fondo distinguí a Bram Stocker, a quien Albertico Camús llamaba “El extranjero”, persiguiendo a Víctor Hugo y a León Tolstoi con unos colmillos postizos y una capa de "Drácula". Todo parecía normal en aquel maremágnum de cabezas inquietas, que a diario tramaban nuevas historias y aventuras, esperando "La mala hora" de regresar a clase. Al percatarme de que Paco Quevedo y Luisillo Góngora habían llegado a las manos otra vez, salí para separarlos cuando Gabriel (García Márquez) entró apresurado, atropellándome y diciendo: “Solo viene a hablar por teléfono”. Al preguntarle a quién llamaba con tanta urgencia, respondió: “A los bomberos: Juanito Rulfo le prendió fuego al llano detrás de la escuela”. En eso apareció Jorge Luis (Borges) diciendo que todo eran "Ficciones", que según "El Informe de Brodie", como solía decirle a su amigo Bioy Casares, había sido el inquieto Ray Bradbury quien, como poseído, atizaba una pira de libros, justo al pie de la ventana de la biblioteca.
Gesel van God
10 de November de 2021 / 22:57
10 de November de 2021 / 22:57
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