Ni en la muerte
La inundación sorprendió al poblado y la única forma que tenían para salir, dado que los primeros embates acuíferos habían destrozado el puente, era a través de la estrecha cueva en la colina hacia el sur. Lo dudó mucho, era más de lo que podía resistir, pero sus pensamientos fueron tajantes: ahogado, moriría, y muerto sólo quedaba un destino: el constreñido ataúd. Impensable. Tomó las botas, suspiró con taquicardia, dio los primeros pasos.
Gala
19 de July de 2021 / 21:07
19 de July de 2021 / 21:07
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