Nuestra irrupción en aquella isla remota no fue vista con agrado cuando desembarcamos. Los nativos nos apuntaron con sus lanzas mientras gritaban improperios en su extraña lengua. El capitán, previsor y astuto, dejó una partida de hombres en el barco. Hizo una señal y una andanada de los cañones barrió con media aldea, causó el caos y lastimó a muchos. Ante argumentos tan convincentes, ellos cedieron y fue posible quedarnos. Mientras explorábamos la jungla, oí un ruido entre la maleza, me acerqué con sigilo y la vi. Ahí estaba ella, tan temerosa como yo, escondida y gimiendo. Curé sus heridas. Así fue como conocí a Lulani y ella a mí. Fue amor a primera vista. Durante los siguientes días, aprovechaba cualquier momento para buscarla y dar un paseo, nadar en la laguna, corretear en la playa y prodigarnos caricias, aunque no nos entendiéramos.

Dos semanas después, fuimos descubiertos una noche. Fui apresado y, tomando por sorpresa a los demás hombres, nos obligaron a embarcar y partir al amanecer. Fue una fortuna salir ilesos. Quise quedarme, pero fue imposible. Ella lloraba y quería irse conmigo. Tampoco lo permitieron. Jamás la olvidaré. Aquella bella y cariñosa hembra, de suave piel veteada, era una especie animal que jamás había visto. Para ellos, era la deidad que recién habían recuperado.
Pseudónimo
13 de March de 2021 / 17:22
Lulani 13 de March de 2021 / 17:22
Pseudónimo
Taller 17 de March de 2021 / 23:01
Laura Elisa Vizcaíno
Respuesta al taller (1) 19 de March de 2021 / 18:18
Pseudónimo
2 24 de March de 2021 / 19:31
Laura Elisa Vizcaíno
Respuesta al taller (2) 25 de March de 2021 / 19:10
Pseudónimo
Ok 27 de March de 2021 / 18:58
Laura Elisa Vizcaíno
 

Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.