A ver
si no meto la pata. Leí y releí, pero ya se me había metido en la cabezota nuevo título y no surgió otro.
El patrón
Don Polo es viudo. Desde entonces sus hijos quieren llevárselo, pero el viejo no aguanta en casa ajena más de tres meses. Siempre vuelve a la suya; donde la mujer falta como nunca. No porque la amara mucho sino porque no hay quien lo lidie con sus caprichos y achaques. Tiene sus favoritas, pero quien lo hace vibrar es la tendera: treinta años menor, de buenas carnes y grandota como a él le gustan. Le habla quedito de sus tierras, de sus necesidades. Ella lo escucha y nomás. Es buena gente y no quiere herirlo diciéndole que el pellejo le da asco, que prefiere la zanahoria fresca, robusta. Como la mía, claro.
El patrón
Don Polo es viudo. Desde entonces sus hijos quieren llevárselo, pero el viejo no aguanta en casa ajena más de tres meses. Siempre vuelve a la suya; donde la mujer falta como nunca. No porque la amara mucho sino porque no hay quien lo lidie con sus caprichos y achaques. Tiene sus favoritas, pero quien lo hace vibrar es la tendera: treinta años menor, de buenas carnes y grandota como a él le gustan. Le habla quedito de sus tierras, de sus necesidades. Ella lo escucha y nomás. Es buena gente y no quiere herirlo diciéndole que el pellejo le da asco, que prefiere la zanahoria fresca, robusta. Como la mía, claro.
Chamaco de porra
20 de March de 2020 / 17:37
20 de March de 2020 / 17:37
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