Atenta respuesta al taller 1
Hola Carlos,
Para empezar, te sugiero y suplico cambiar el método de las vueltas por otro menos agresivo, porque sufro de mareos y las consecuencias pueden ser graves para la higiene de este sitio.... ¿te parece?
Después de esta mala broma, pasemos a la carnita y dejemos el hueso a un lado. Veamos qué te parece así:
Como en los viejos tiempos
Recostada en la cama, con visibles muestras de agotamiento, Mercedes relata a sus hijos la faena que la dejó exhausta ese largo día; desde servir el desayuno, lavar trastes y ropa, la limpieza de la casa, el jardín y la acera; luego la compra de víveres, preparar la comida y recoger a Jorgito –el menor– de la escuela.
Tras la comida, el planchado de la ropa, preparar un pastel, zurcir pantalones y calcetines, las tareas escolares, el disfraz para el día de la primavera y la cena; para continuar con la costura hasta pocos minutos antes, cuando cayó rendida al filo de la medianoche.
Con los más de cincuenta años cumplidos ese domingo familiar, Jorge la arropa, besa su frente y se despide al anochecer, seguido por sus hermanos.
Quedo al pendiente de comentarios, veredicto favorable o sentencia a la hoguera.
Saludos cordiales.
En aras de la preservación de los escasos y diezmados especímenes de la fauna que habitamos en este sitio, los abrazos los dejamos pendientes hasta que pase la crisis del Coronavirus, ¿vale?
Para empezar, te sugiero y suplico cambiar el método de las vueltas por otro menos agresivo, porque sufro de mareos y las consecuencias pueden ser graves para la higiene de este sitio.... ¿te parece?
Después de esta mala broma, pasemos a la carnita y dejemos el hueso a un lado. Veamos qué te parece así:
Como en los viejos tiempos
Recostada en la cama, con visibles muestras de agotamiento, Mercedes relata a sus hijos la faena que la dejó exhausta ese largo día; desde servir el desayuno, lavar trastes y ropa, la limpieza de la casa, el jardín y la acera; luego la compra de víveres, preparar la comida y recoger a Jorgito –el menor– de la escuela.
Tras la comida, el planchado de la ropa, preparar un pastel, zurcir pantalones y calcetines, las tareas escolares, el disfraz para el día de la primavera y la cena; para continuar con la costura hasta pocos minutos antes, cuando cayó rendida al filo de la medianoche.
Con los más de cincuenta años cumplidos ese domingo familiar, Jorge la arropa, besa su frente y se despide al anochecer, seguido por sus hermanos.
Quedo al pendiente de comentarios, veredicto favorable o sentencia a la hoguera.
Saludos cordiales.
En aras de la preservación de los escasos y diezmados especímenes de la fauna que habitamos en este sitio, los abrazos los dejamos pendientes hasta que pase la crisis del Coronavirus, ¿vale?
Pseudónimo
15 de March de 2020 / 13:41
15 de March de 2020 / 13:41
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