Hola, Pseudónimo,
qué clarividencia la tuya, justo supe por mi chamán, que había sido capataz del padre del pequeño escribiente florentino. Así que ahora, en pos de mi evolución, me dedico a darle con el látigo directamente a los escribientes.

Título:
¿Sabes que Julio Cortázar publicó un libro loquísimo titulado “La vuelta al día en ochenta mundos”? Podrías rendirle un pequeño homenaje…

Vuelta diaria por ochenta mundos

A pesar de los esfuerzos por ubicar a mi madre en la realidad, ella insistía en la exactitud de sus crónicas. Entendimos, finalmente, que lo que percibía a través//por medio (abajo se repite)// de neuronas colapsadas, neurotransmisores sin control y recuerdos en caos, eran//era, lo que percibía era// su verdad.

Fue entonces que empezaron aquellos viajes a través del tiempo, el espacio y los laberintos de la mente. Los relatos eran periplos por mundos fantásticos, entretenidos, como visitas al parque de diversiones,//Repetimos vuelta, y siento la frase un poco fuera de tono; prueba a leer en voz alta a ver si resiste sin hacer saltar las alarmas, Mi criterio sería omitirla, incluyendo entretenidos, que no tiene fuerza, y quizá, agregar, por ejemplo: fascinantes a periplos// y en ocasiones, sin los riesgos y resacas, tan exóticos como ingerir la droga alucinante más poderosa.

Y nada más, mi estimado escribiente.