Carambola
Carambola
Cuando el verdugo subió la palanca, todas las luces se apagaron; en la oscuridad se oía decir a los testigos "Milagro, milagro… Es inocente este hombre. ¡Dios lo ha salvado!". Uno de ellos dirigió la linterna de su celular hacia el sentenciado a muerte que se movie, convulso, amarrado de la silla. El verdugo le puso las manos en los hombros para decirle que se dejara de bromas, pero, en ese momento, verdugo y pederasta morían desperdigando virutas encendidas de piel por el suelo.
Cuando el verdugo subió la palanca, todas las luces se apagaron; en la oscuridad se oía decir a los testigos "Milagro, milagro… Es inocente este hombre. ¡Dios lo ha salvado!". Uno de ellos dirigió la linterna de su celular hacia el sentenciado a muerte que se movie, convulso, amarrado de la silla. El verdugo le puso las manos en los hombros para decirle que se dejara de bromas, pero, en ese momento, verdugo y pederasta morían desperdigando virutas encendidas de piel por el suelo.
El ultra.
23 de December de 2019 / 12:38
23 de December de 2019 / 12:38
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