LAMENTOS DE UNA MADAMA
Desde la última crisis global, los clientes habituales del burdel y los turistas se ajustaron el cinturón. Ni de broma lo de subir con dos o tres señoritas a practicar las fantasías que son nuestra especialidad, y que más pueden complacer a un caballero. Algunos contratan a la señorita y, de complemento extra, una banana, o papaya, o un racimo de uvas. Los más, para reducir costos, ni señorita piden.
Aarón
06 de October de 2019 / 05:55
06 de October de 2019 / 05:55
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