Abuela sigue sentada en la mesa. Por su sordera no ha entendido lo que Manuel le dijo. No es que sea mala o prejuiciosa, pero es sorda como una tabla. Primero preguntó en donde estaba Sandra, —ya no estamos juntos— contesto mi primo.
La abuela lloró, quería mucho a Sandrita, —tan buena muchacha y tan querida su familia. ¿quién es este barbón? — dijo mientras veía al amigo de Manuel.
—Me llamo Oscar, abuela —contesto el barbado— estoy con Manuel desde hace meses.
La abuela no comprendía el trasfondo de aquello “estoy con Manuel”. Yo vi como los dos entrelazaban sus manos debajo de la mesa, como uno le frotaba el muslo al otro.
Soy bisexual dijo Manuel en la voz más firme que pudo. Mis papas hasta ese momento permanecían callados, se imaginaban eso de mi hermano; yo también. La abuela que no oye, pero muy bien que compone, le pregunto a mi papá, —Manolo; que quiere decir eso de que tu hijo es binacional.