Voluntad divina
Después de ganar el premio de la lotería, él me persiguió incansable. Llamaba por teléfono a toda hora, mandaba a hacer guardia frente a mi casa. Aunque le ofrecí una décima parte del premio, aquel quería la totalidad del mismo. Al final, lo echamos a suerte con una moneda. “Cara”, y gané de nuevo el premio, mientras el pastor se retiraba por fin de mi casa.
Malvadisco
14 de September de 2019 / 23:59
14 de September de 2019 / 23:59
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