Despues de que el cilindro dejó de girar, José se preocupó. Pensaba que en la posición numero dos estaba anidada la bala. Al otro jugador pareció no imputarle si se encontraba en el segundo, tercero o cualquier otro espacio. Se sentaron a la mesa, se miraron a los ojos, rodaron los dados, para ver quien empezaba primero, y, José en efecto tuvo que espera a que el otro tomará el primer turno: se alegró de haberse equivocado, con el impacto del gatillo los sesos de su contrincante se embarraron en el tapiz de una pared y José, también conocido como él infalible, continuo su racha invicta en el juego de ruleta.
Black Dot
01 de September de 2019 / 19:22
Invictus 01 de September de 2019 / 19:22
Black Dot
Taller 10 de September de 2019 / 12:35
Elisa A.
Gacias Elisa!!! 13 de September de 2019 / 15:18
Black Dot
 

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