Taller
Me encanta la idea de tu historia. Hay un "Él, desde lejos, me observaba, y pensaría que...", e imagino que este Él era un hombre cuyas características o nombre no vienen al caso.
Voy a proponerte una redacción a tu texto, pero antes, un poco de lo que haré. Lo más importante, no todo.
1. Oraciones subordinadas. El sujeto de estas oraciones generalmente no concuerda con el sujeto de la oración principal. Se introducen en la oración principal con un "que", un "pero", "porque", etc. Por ejemplo: Juan quería venir al pueblo temprano, pero la lluvia se lo impidió. "La lluvia se lo impidió" es la oración subordinada, y la introduzco con el adversativo "pero". Igual, puedes partir la oración en dos: "Juan quería venir al pueblo temprano. La lluvia se lo impidió". Veo que tienes varias subordinadas sin la expresión que las introduzca en la principal.
2. Incisos. Se introducen para aclarar, precisar, acotar, etc., el significado de lo que se desea decir. Veamos esta oración "Mi hermano se cayó de la bicicleta", y precisemos cosas. Los incisos se introducen entre comas o entre rayas o entre paréntesis. Por ejemplo: "Mi hermano, el menor, se cayó de la bicicleta", o "Mi hermano —el que siempre había sido la burla del barrio— se cayó de la bicicleta". Dependiendo de la longitud del inciso se escoge un separador u otro. Si el inciso es muy largo, espreferible utilizar la raya o el paréntesis, con el fin de no marear al lector, sobre todo si hay comas dentro del propio inciso: "Mi hermano (quien siempre, siempre se jactó de ser buenísimo con cualquier tipo de vehículo, de dos, tres o cuatro ruedas) se cayó de la bicicleta".
Va la propuesta de redacción:
Mamá me miró con los ojos muertos y me lo dijo todo. Llevaba dos meses hundida en la cama de un hospital. Una simple cirugía había culminado en una complicación que la llevó al borde de la muerte.
Le acerqué el ipad, segura de que escribiría la respuesta a la pregunta que todos nos negábamos a pronunciar: ¿quieres seguir? “No es un infierno”, escribió en inglés, “y tú, Amelí, vas a cumplir mi última voluntad”.
Ese mismo día antes de desconectarla todos sus hijos la visitaron, uno por uno nos despedimos de ella.
Así llegué a México, propiamente a Guanajuato, donde mamá nació, se casó y tuvo a mis hermanos. Yo soy hija de su segundo matrimonio, con un canadiense, el mismo que la convenció de cambiar el nopal por la hoja de maple. Viajé sola a Guanajuato el lugar que, sin conocer, no me era ajeno. Mamá nunca dejó de mencionarlo con nostalgia.
A la mañana siguiente, llena de tristeza, me fui a regar a puñitos sus cenizas. Esparcía con ellas la historia de su vida en el hermoso callejón donde estaba su casa, ahora un edificio de gobierno. Un hombre me observaba desde lo lejos. Pensó que era una extranjera loca, que se manifestaba con lagrimas y puños de tierra. Dicen que el infortunio llega como un viento que te pega por la espalda. Lo sentí. Mamá, hecha polvo, se levantó en torbellino y se metió en los ojos que me observaban. Nos miramos. Atracción pura. Desde ese día comencé a vivir, en México. ¿Cumplía la última voluntad de mamá, de una extranjera que siempre extrañó su casa?
***
A partir de esta propuesta, rehaz tu historia, según tu gusto e inspiración, y la colocas debajo como otro comentario.
Gracias por participar.
Voy a proponerte una redacción a tu texto, pero antes, un poco de lo que haré. Lo más importante, no todo.
1. Oraciones subordinadas. El sujeto de estas oraciones generalmente no concuerda con el sujeto de la oración principal. Se introducen en la oración principal con un "que", un "pero", "porque", etc. Por ejemplo: Juan quería venir al pueblo temprano, pero la lluvia se lo impidió. "La lluvia se lo impidió" es la oración subordinada, y la introduzco con el adversativo "pero". Igual, puedes partir la oración en dos: "Juan quería venir al pueblo temprano. La lluvia se lo impidió". Veo que tienes varias subordinadas sin la expresión que las introduzca en la principal.
2. Incisos. Se introducen para aclarar, precisar, acotar, etc., el significado de lo que se desea decir. Veamos esta oración "Mi hermano se cayó de la bicicleta", y precisemos cosas. Los incisos se introducen entre comas o entre rayas o entre paréntesis. Por ejemplo: "Mi hermano, el menor, se cayó de la bicicleta", o "Mi hermano —el que siempre había sido la burla del barrio— se cayó de la bicicleta". Dependiendo de la longitud del inciso se escoge un separador u otro. Si el inciso es muy largo, espreferible utilizar la raya o el paréntesis, con el fin de no marear al lector, sobre todo si hay comas dentro del propio inciso: "Mi hermano (quien siempre, siempre se jactó de ser buenísimo con cualquier tipo de vehículo, de dos, tres o cuatro ruedas) se cayó de la bicicleta".
Va la propuesta de redacción:
Mamá me miró con los ojos muertos y me lo dijo todo. Llevaba dos meses hundida en la cama de un hospital. Una simple cirugía había culminado en una complicación que la llevó al borde de la muerte.
Le acerqué el ipad, segura de que escribiría la respuesta a la pregunta que todos nos negábamos a pronunciar: ¿quieres seguir? “No es un infierno”, escribió en inglés, “y tú, Amelí, vas a cumplir mi última voluntad”.
Ese mismo día antes de desconectarla todos sus hijos la visitaron, uno por uno nos despedimos de ella.
Así llegué a México, propiamente a Guanajuato, donde mamá nació, se casó y tuvo a mis hermanos. Yo soy hija de su segundo matrimonio, con un canadiense, el mismo que la convenció de cambiar el nopal por la hoja de maple. Viajé sola a Guanajuato el lugar que, sin conocer, no me era ajeno. Mamá nunca dejó de mencionarlo con nostalgia.
A la mañana siguiente, llena de tristeza, me fui a regar a puñitos sus cenizas. Esparcía con ellas la historia de su vida en el hermoso callejón donde estaba su casa, ahora un edificio de gobierno. Un hombre me observaba desde lo lejos. Pensó que era una extranjera loca, que se manifestaba con lagrimas y puños de tierra. Dicen que el infortunio llega como un viento que te pega por la espalda. Lo sentí. Mamá, hecha polvo, se levantó en torbellino y se metió en los ojos que me observaban. Nos miramos. Atracción pura. Desde ese día comencé a vivir, en México. ¿Cumplía la última voluntad de mamá, de una extranjera que siempre extrañó su casa?
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A partir de esta propuesta, rehaz tu historia, según tu gusto e inspiración, y la colocas debajo como otro comentario.
Gracias por participar.
el aguila descalza
21 de August de 2019 / 06:14
21 de August de 2019 / 06:14
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