Es bonita, pero el cierre, que no tiene que ver con el poder, sino más bien con la injusticia o culpabilidad, aparta del tema.

La primera y más extensa parte –la descripción del poder de la voluntad, de la mente-, es enternecedora y, por otro lado, buena la idea de hacer referecia a otro tipo de poder, pero el relato me resulta demasiado cotidiano o común. Por eso te sugiero que apliques esa fuerza de una forma más original. O al menos, que describas cómo el poder va hacienda que un traumatizado mueva una pierna, que reconozca a su madre…, en fin, buscar efectos por medio de una descripción “en directo” en la que el poder se muestre de forma más relevante; realzar que es el protagonista, el agente el responsable.

Te animo a que lo hagas y vuelvas a presentarla.

Saludos,

loladiaz@gmail.com