Hay lágrimas en los ojos de la mayoría. Emoción y satisfacción en los corazones de otro tanto; aplausos, risas de júbilo. Después de dos años de arduas y dolorosas terapias, con la mitad del cerebro, las piernas rotas y un pulmón colapsado, Emilio se pone de pie gracias a su esfuerzo. Sólo es el comienzo, pero está decidido a no claudicar. Se lo debe a los suyos y a sí mismo.

De la media docena de niños que mató por conducir ebrio, nadie se acuerda.
Hoja en blanco
09 de April de 2019 / 00:39
Hemisferio perdido 09 de April de 2019 / 00:39
Hoja en blanco
Taller. 10 de April de 2019 / 05:01
Tequila
 

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