A Juana le toca lavar la ropa de la semana y como la lavadora tronó, lo hace a mano.

Llena una tina con agua y abundante detergente, donde remoja la ropa y a darle con Fe al fregadero. La espuma crece conforme ella agita las jabonosas aguas. Talla con ritmo, siente los riñones agarrotados, los brazos fatigados, pero no puede dejar la faena a medias.

Le llega el momento de tender y no puede más. Casi llora del cansancio. Entonces, la espuma en la tina se revuelve y de ella se forma un hombre de dos metros. Ayuda a Juana a tender la ropa, pasándole las prendas y pinzas. La mujer se cree en un sueño del que no quiere despertar.

Al colocar la última pinza, el hombre de espuma se inclina y la besa en la mejilla. Luego, explota en cientos de burbujas que se elevan en irisados destellos.

Juana mira su tendedero repleto. Toca su mejilla y revienta sin querer una burbuja: se ha enamorado.
Innominada
18 de August de 2018 / 00:36
El héroe 18 de August de 2018 / 00:36
Innominada
Linda mini 18 de August de 2018 / 10:48
Circe
Gracias, 18 de August de 2018 / 23:55
Innominada
Taller día 17 18 de August de 2018 / 22:45
Juan Carlos
¡Gracias! 18 de August de 2018 / 23:53
Innominada
 

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