Buen día Condor, abajo las correcciones y gracias por el taller
La visita
No se sienta a la mesa porque le da pena. Mamá puede llegarlo a presentir, “huele raro” dice, y se mete a la cocina a ver si la flama del piloto sigue encendida. El abuelo ni lo nota, con la nariz siempre metida entre las páginas del periódico, a mi hermano, como dice mi padre “a ese bueno para nada todo le pasa desapercibido”. Yo soy el único que lo ve, parado detrás de nosotros durante la merienda. Luego se recarga en la puerta del baño mientras me ducho. Cuando se cansa del éxtasis se regresa al crucifijo hasta que se fastidia de permanecer incrustado como un Cristo.
Black Dot
17 de August de 2018 / 08:29
17 de August de 2018 / 08:29
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