MUESTRA DE JULIO CORRECTA. (Estaban invertidas las autoras del día 5)
RECOPILACIÓN DE JULIO DE 2018
Jurado del mes: Pía Barros (Chile)
Tema: revolución feminista
Día 1. Tallerista: Elisa de Armas
DESIERTO.
Día 2. Tallerista: José Luis Velarde
“Manifestación femenina”, de Black Dot
Los pasos de las que marchan se oyen por la avenida repleta de curiosos. Avanzan desnudas. Van en silencio, con pintura morada en los ojos, en las costillas, en los muslos. Exhiben la huella de una mano en una nalga u otra. El mutismo es ensordecedor; acusa el abuso, la eterna condena, la terrible desventaja de vivir en un mundo donde el peor detrimento es nacer con el mismo sexo de ellas.
Día 3. Tallerista: Juan Manuel Montes
DESIERTO.
Día 4. Tallerista: Marcial Fernández
"Lily", por cero
Necesito mi espacio. Y se fue.
Entendí aquella redundancia, mas no con el corazón. Tras la cuarta "selfie", tomada en Londres, decidí ir.
A la libertad hay que seguirla.
Londres, Madrid, París... No espera, siempre llego tarde, se va.
Es como un juego, por aquella nota que dejó en una banca señalada del Vondelpark, en Amsterdam. Decía: El mundo.
"Dama de gatos", por Black Dot
Lucía es una mujer dura, cínica, mordaz y no se deja amedrentar. Su padre la educó para valerse por sí misma y esas enseñanzas son su credo, el arma con la que pelea día tras día. Su cuerpo le pertenece solo a ella y es libre de dárselo a quien quiera, aunque ya no muchos lo desean. Por las noches, después del trabajo, regresa a casa y él la ve entrar con indiferencia absoluta. Así son los gatos.
Día 5. Tallerista: Héctor Vivero Reyes
“Cambio de look”, de Enigmática
"Pasaba por la peluquería y me gustó el estilo chico a lo garçon. Quería un giro rotundo, causar sensación, pero sin arriesgar demasiado, y no me atreví a que me cortaran mis enraizadas ideas."
“Libre”, de Escribidora
Perla vive cansada de su rutina diaria: ropa, calzado, botellas, latas, golosinas, comida y juguetes dispersos en los lugares menos indicados.
Impulsada por el hartazgo, más que por amor propio, se marcha.
Es más sencillo que lidiar con tres hombres indiferentes, locos por la televisión, el Internet y los deportes.
Día 6: Tallerista: Daniela Truman
"Por derecho", de Una escribidora
De perfil, ante la cámara.
“Atrás ni para tomar impulso, decía siempre; alegre, activa. Sus sueños eran grandes”.
Corte.
Ahora, frente a la cámara, con la cabeza baja.
“Pero entonces conoció a Carlos y éste desgraciado la fue minando tan sutilmente que ni ella misma se daba cuenta. Luego… la dejó, sumida en el alcohol, las drogas y la desesperación”.
Corte.
Misma posición. Llorando con impotencia.
“Se marchitó ante mis ojos hasta volver a ser como una semilla; pero infértil. Muerta”.
Corte.
Mira de frente a la cámara sin lágrimas ya. Con aire decidido:
“Soy su madre. Tengo una .45 en mi bolso y la nueva dirección de Carlos”.
Fin de grabación.
"Que la nación me lo demande", de Ángela Vicario
¡Que la nación me lo demande!
El Señor Presidente –indignado por las acusaciones de crímenes y corrupción– en una remembranza de cuando fue monaguillo endilgó a sus impugnadores:
—El país está abierto al diálogo, existe libertad de expresión y, ahora sí, como dijo Masiosare: “Bienaventurados los pobres porque desconocen el caviar”.
Después de que lo sepultaran con una lluvia de hondazos, hoy yace en un lugar desconocido. La hija –orgullo de su nepotismo–, ante el temor de que el pueblo saciara su sed de venganza, pagó una fortuna al pelotón comandado por su consorte para que lo enterrasen en un lugar inexpugnable. Al terminar la misión su amado esposo ejecutó a los soldados, y, cuando jactancioso llegaba al palacete una bala le atravesó la testa.
Día 7. Tallerista: Carlos de Bella (Sapo)
DESIERTO.
Día 8. Tallerista: Lola Díaz-Ambrona
“Exhibicionismo”, por Malvadisco
La moto vuela sobre el asfalto a gran velocidad. A su paso, los varones se escandalizan sin poder disimular la erección bajo las túnicas. La policía de la moral va en pos de la conductora para quitarle la licencia recién conquistada. Ella huye hacia el desierto en busca de libertad para conducir. Amira adora la fuerza del viento contra su rostro que descubre sus labios rojos y la piel ocultos tras el niqab.
Día 9. Tallerista: Lucía Casas Rey
DESIERTO.
Día 10. Tallerista: Dakiny
“Puntos de vista”, de Black dot
A Leticia se le dibuja una sonrisa que la hace verse más bella. Podría haber terminado como sus primas; domesticadas cual gato casero. Ella decidió que su vida no fuera así. No se atendría a la voluntad de un hombre, a la volubilidad e impaciencia características del macho. Cuando le preguntan ¿Cuándo te casas, no quieres tener hijos, ya tienes novio? Contesta con vaguedades. Las primas susurran; pobrecita es muy enojona y espanta a los pretendientes, se cree muy lista. Leticia escucha; las mide de arriba abajo con la mirada. Qué saben ellas de libertad.
“Estrategias”, de Buenas
Para deshacerse de su marido, primero recurrió al maltrato solapado, después al inocultable desprecio ante los demás. A falta de reacción, probó con la infidelidad, que le fue perdonada sin reproches.
No imaginó que conseguiría el éxito al declarar:
—Adiós a las ollas. ¡No cocino más!
Día 11. Tallerista: Carlos Bortoni
"Piernas cruzadas", de Malvadisco
Su esposa se negó de nuevo. Las sirvientas alegaron que eso no estaba dentro de sus funciones. Incluso la meretriz cerró las puertas del prostíbulo donde se extendía una larga fila de hombres. Después de trece días, el presidente firmó el decreto para el voto femenino con lo que se dio fin a la huelga en las recámaras.
"Tribu de hojas", de Ninfo del Norte
Ser el último no significaba ser el elegido. Después de muchas pruebas para ser el nuevo cacique —en las que el resto murió marchito o en el estómago de alguna lombriz infernal— el chamán supremo lo llevó a la plaza y le sopló en la cara:
—¿Eres macho o hembra?
El último no lo pensó tanto y le dijo:
—Soy hoja, y es lo que importa.
La plaza de espinas prorrumpió en aplausos. Una flor profetizó la lluvia esperada. El abono se tornó dorado. El chamán supremo, satisfecho con su respuesta, le mostró en la distancia el jardín de trinitarias que gobernaría de ahora en adelante.
Día 12. Tallerista: José T. Espinosa-Jácome
DESIERTO.
Día 13. Tallerista: Laura Elisa Vizcaíno
"Congregación", de Black dot
Agnes se para encima de la cajuela del auto. Levanta su puño en señal de desafío. Las otras mujeres la ven. Ojos expectantes la siguen, gargantas roncas preparadas a gritar esperan. Un grupo de uniformados la rodea y va cerrando el cerco, las botas toscas hacen ruido —paff paff —suenan agresivas. Una voz delgada y firme se alza a los cielos acompañada de otras que hacen coro y empujan a los hombres a dejar caer los batones. Alto se alza el grito, por encima de las cabezas, por arriba del puño. La palabra se eleva a las nubes y derrumba al dios del cielo y de los hombres para exigir igualdad.
Día 14. Tallerista: Mónica Brasca
“Destino compartido”, por Malvadisco
En sus senos y vientres desnudos, habían escrito con tinta roja y negra las consignas “Mismos derechos, mismas obligaciones”. Buscaban renunciar a privilegios concedidos por su condición de mujeres. Los hombres lo aceptaron y les permitieron unirse a una suerte antes reservada para los de su género. Pusieron a resguardo solo a los niños, y partieron juntos a la guerra.
“Sin censuras”, por Proserpina
Por el mundo suena “Prohibido prohibirnos”, sinfonía orquestal del programa de Mujeres Libertarias. Solo en algunos lugares recónditos sus detractores viajan al pasado a la velocidad de la luz.
Día 15. Tallerista: Patricia Mejías
DESIERTO.
Día 16: Tallerista: Josep M. Nuévalos
"Cosecha", de Malvadisco
Cubiertos de pies a cabeza, los hombres atienden la casa y a los niños en espera de que sus mujeres retornen del campo. Guiadas por el instinto y unas varas largas, rastrean la zona en busca del fruto de esa tierra contaminada por la guerra. Las columnas de humo avisan que ya está listo el terreno para cultivar algo más que las extremidades y la dignidad arrancadas por la explosión de una mina.
"La resurrección de María Magdalena", de Gata Blues
He ahí la esclava del Señor, sacrificada en tu cruz y venida al tercer día de entre los muertos.
Día 17. Tallerista: Juan Carlos Gallegos
DESIERTO.
Día 18. Tallerista: Carmen Simón
“La Asonada”, de Polluel@
Las vocales débiles –cansadas de que la A abriera todos los pronunciamientos, de que les fabricase complots con diptongos–, se rebelaron. Crearon sinalefas, diéresis; y acumularon tildes para romper las emisiones de voz.
Fue entonces cuando llegó la E y les soltó a quemarropa:
—¡Cuidado! ¡La que esté libre de vocablo que arroje el primer punto final!
“Arma de doble filo”, de Gata Blues
Se acabaron los modales refinados y los vaqueros del oeste: las pistolas se frotan los casquillos, las cartucheras echan humo y los bíceps, tríceps y cudríceps son cuentos de otra historia.
Día 19. Tallerista: Fernando Pérez-Cárdenas
DESIERTO.
Día 20. Tallerista: el águila descalza
"La fuga", de Malvadisco
Por 1800 rupias, ella terminó presa de ese hombre que la castigaba a bastonazos por negarse a mantener relaciones. Entre el humo del hachís, ella soñaba con presentar su caso ante un juzgado urbano que dirigirse al consejo tribal aferrado a las viejas tradiciones. Una noche abrió la cerradura y escapó a la ciudad. Acompañada de su muñeca Rajani que le infundía fuerzas, la niña habló ante el juez: “Por la nueva ley debe concederme el divorcio de mi marido”.
Jurado del mes: Pía Barros (Chile)
Tema: revolución feminista
Día 1. Tallerista: Elisa de Armas
DESIERTO.
Día 2. Tallerista: José Luis Velarde
“Manifestación femenina”, de Black Dot
Los pasos de las que marchan se oyen por la avenida repleta de curiosos. Avanzan desnudas. Van en silencio, con pintura morada en los ojos, en las costillas, en los muslos. Exhiben la huella de una mano en una nalga u otra. El mutismo es ensordecedor; acusa el abuso, la eterna condena, la terrible desventaja de vivir en un mundo donde el peor detrimento es nacer con el mismo sexo de ellas.
Día 3. Tallerista: Juan Manuel Montes
DESIERTO.
Día 4. Tallerista: Marcial Fernández
"Lily", por cero
Necesito mi espacio. Y se fue.
Entendí aquella redundancia, mas no con el corazón. Tras la cuarta "selfie", tomada en Londres, decidí ir.
A la libertad hay que seguirla.
Londres, Madrid, París... No espera, siempre llego tarde, se va.
Es como un juego, por aquella nota que dejó en una banca señalada del Vondelpark, en Amsterdam. Decía: El mundo.
"Dama de gatos", por Black Dot
Lucía es una mujer dura, cínica, mordaz y no se deja amedrentar. Su padre la educó para valerse por sí misma y esas enseñanzas son su credo, el arma con la que pelea día tras día. Su cuerpo le pertenece solo a ella y es libre de dárselo a quien quiera, aunque ya no muchos lo desean. Por las noches, después del trabajo, regresa a casa y él la ve entrar con indiferencia absoluta. Así son los gatos.
Día 5. Tallerista: Héctor Vivero Reyes
“Cambio de look”, de Enigmática
"Pasaba por la peluquería y me gustó el estilo chico a lo garçon. Quería un giro rotundo, causar sensación, pero sin arriesgar demasiado, y no me atreví a que me cortaran mis enraizadas ideas."
“Libre”, de Escribidora
Perla vive cansada de su rutina diaria: ropa, calzado, botellas, latas, golosinas, comida y juguetes dispersos en los lugares menos indicados.
Impulsada por el hartazgo, más que por amor propio, se marcha.
Es más sencillo que lidiar con tres hombres indiferentes, locos por la televisión, el Internet y los deportes.
Día 6: Tallerista: Daniela Truman
"Por derecho", de Una escribidora
De perfil, ante la cámara.
“Atrás ni para tomar impulso, decía siempre; alegre, activa. Sus sueños eran grandes”.
Corte.
Ahora, frente a la cámara, con la cabeza baja.
“Pero entonces conoció a Carlos y éste desgraciado la fue minando tan sutilmente que ni ella misma se daba cuenta. Luego… la dejó, sumida en el alcohol, las drogas y la desesperación”.
Corte.
Misma posición. Llorando con impotencia.
“Se marchitó ante mis ojos hasta volver a ser como una semilla; pero infértil. Muerta”.
Corte.
Mira de frente a la cámara sin lágrimas ya. Con aire decidido:
“Soy su madre. Tengo una .45 en mi bolso y la nueva dirección de Carlos”.
Fin de grabación.
"Que la nación me lo demande", de Ángela Vicario
¡Que la nación me lo demande!
El Señor Presidente –indignado por las acusaciones de crímenes y corrupción– en una remembranza de cuando fue monaguillo endilgó a sus impugnadores:
—El país está abierto al diálogo, existe libertad de expresión y, ahora sí, como dijo Masiosare: “Bienaventurados los pobres porque desconocen el caviar”.
Después de que lo sepultaran con una lluvia de hondazos, hoy yace en un lugar desconocido. La hija –orgullo de su nepotismo–, ante el temor de que el pueblo saciara su sed de venganza, pagó una fortuna al pelotón comandado por su consorte para que lo enterrasen en un lugar inexpugnable. Al terminar la misión su amado esposo ejecutó a los soldados, y, cuando jactancioso llegaba al palacete una bala le atravesó la testa.
Día 7. Tallerista: Carlos de Bella (Sapo)
DESIERTO.
Día 8. Tallerista: Lola Díaz-Ambrona
“Exhibicionismo”, por Malvadisco
La moto vuela sobre el asfalto a gran velocidad. A su paso, los varones se escandalizan sin poder disimular la erección bajo las túnicas. La policía de la moral va en pos de la conductora para quitarle la licencia recién conquistada. Ella huye hacia el desierto en busca de libertad para conducir. Amira adora la fuerza del viento contra su rostro que descubre sus labios rojos y la piel ocultos tras el niqab.
Día 9. Tallerista: Lucía Casas Rey
DESIERTO.
Día 10. Tallerista: Dakiny
“Puntos de vista”, de Black dot
A Leticia se le dibuja una sonrisa que la hace verse más bella. Podría haber terminado como sus primas; domesticadas cual gato casero. Ella decidió que su vida no fuera así. No se atendría a la voluntad de un hombre, a la volubilidad e impaciencia características del macho. Cuando le preguntan ¿Cuándo te casas, no quieres tener hijos, ya tienes novio? Contesta con vaguedades. Las primas susurran; pobrecita es muy enojona y espanta a los pretendientes, se cree muy lista. Leticia escucha; las mide de arriba abajo con la mirada. Qué saben ellas de libertad.
“Estrategias”, de Buenas
Para deshacerse de su marido, primero recurrió al maltrato solapado, después al inocultable desprecio ante los demás. A falta de reacción, probó con la infidelidad, que le fue perdonada sin reproches.
No imaginó que conseguiría el éxito al declarar:
—Adiós a las ollas. ¡No cocino más!
Día 11. Tallerista: Carlos Bortoni
"Piernas cruzadas", de Malvadisco
Su esposa se negó de nuevo. Las sirvientas alegaron que eso no estaba dentro de sus funciones. Incluso la meretriz cerró las puertas del prostíbulo donde se extendía una larga fila de hombres. Después de trece días, el presidente firmó el decreto para el voto femenino con lo que se dio fin a la huelga en las recámaras.
"Tribu de hojas", de Ninfo del Norte
Ser el último no significaba ser el elegido. Después de muchas pruebas para ser el nuevo cacique —en las que el resto murió marchito o en el estómago de alguna lombriz infernal— el chamán supremo lo llevó a la plaza y le sopló en la cara:
—¿Eres macho o hembra?
El último no lo pensó tanto y le dijo:
—Soy hoja, y es lo que importa.
La plaza de espinas prorrumpió en aplausos. Una flor profetizó la lluvia esperada. El abono se tornó dorado. El chamán supremo, satisfecho con su respuesta, le mostró en la distancia el jardín de trinitarias que gobernaría de ahora en adelante.
Día 12. Tallerista: José T. Espinosa-Jácome
DESIERTO.
Día 13. Tallerista: Laura Elisa Vizcaíno
"Congregación", de Black dot
Agnes se para encima de la cajuela del auto. Levanta su puño en señal de desafío. Las otras mujeres la ven. Ojos expectantes la siguen, gargantas roncas preparadas a gritar esperan. Un grupo de uniformados la rodea y va cerrando el cerco, las botas toscas hacen ruido —paff paff —suenan agresivas. Una voz delgada y firme se alza a los cielos acompañada de otras que hacen coro y empujan a los hombres a dejar caer los batones. Alto se alza el grito, por encima de las cabezas, por arriba del puño. La palabra se eleva a las nubes y derrumba al dios del cielo y de los hombres para exigir igualdad.
Día 14. Tallerista: Mónica Brasca
“Destino compartido”, por Malvadisco
En sus senos y vientres desnudos, habían escrito con tinta roja y negra las consignas “Mismos derechos, mismas obligaciones”. Buscaban renunciar a privilegios concedidos por su condición de mujeres. Los hombres lo aceptaron y les permitieron unirse a una suerte antes reservada para los de su género. Pusieron a resguardo solo a los niños, y partieron juntos a la guerra.
“Sin censuras”, por Proserpina
Por el mundo suena “Prohibido prohibirnos”, sinfonía orquestal del programa de Mujeres Libertarias. Solo en algunos lugares recónditos sus detractores viajan al pasado a la velocidad de la luz.
Día 15. Tallerista: Patricia Mejías
DESIERTO.
Día 16: Tallerista: Josep M. Nuévalos
"Cosecha", de Malvadisco
Cubiertos de pies a cabeza, los hombres atienden la casa y a los niños en espera de que sus mujeres retornen del campo. Guiadas por el instinto y unas varas largas, rastrean la zona en busca del fruto de esa tierra contaminada por la guerra. Las columnas de humo avisan que ya está listo el terreno para cultivar algo más que las extremidades y la dignidad arrancadas por la explosión de una mina.
"La resurrección de María Magdalena", de Gata Blues
He ahí la esclava del Señor, sacrificada en tu cruz y venida al tercer día de entre los muertos.
Día 17. Tallerista: Juan Carlos Gallegos
DESIERTO.
Día 18. Tallerista: Carmen Simón
“La Asonada”, de Polluel@
Las vocales débiles –cansadas de que la A abriera todos los pronunciamientos, de que les fabricase complots con diptongos–, se rebelaron. Crearon sinalefas, diéresis; y acumularon tildes para romper las emisiones de voz.
Fue entonces cuando llegó la E y les soltó a quemarropa:
—¡Cuidado! ¡La que esté libre de vocablo que arroje el primer punto final!
“Arma de doble filo”, de Gata Blues
Se acabaron los modales refinados y los vaqueros del oeste: las pistolas se frotan los casquillos, las cartucheras echan humo y los bíceps, tríceps y cudríceps son cuentos de otra historia.
Día 19. Tallerista: Fernando Pérez-Cárdenas
DESIERTO.
Día 20. Tallerista: el águila descalza
"La fuga", de Malvadisco
Por 1800 rupias, ella terminó presa de ese hombre que la castigaba a bastonazos por negarse a mantener relaciones. Entre el humo del hachís, ella soñaba con presentar su caso ante un juzgado urbano que dirigirse al consejo tribal aferrado a las viejas tradiciones. Una noche abrió la cerradura y escapó a la ciudad. Acompañada de su muñeca Rajani que le infundía fuerzas, la niña habló ante el juez: “Por la nueva ley debe concederme el divorcio de mi marido”.
Crupier
15 de August de 2018 / 07:57
15 de August de 2018 / 07:57
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