Después de la última plaga que mermó su población, en el laboratorio les insertaron genes que les brindaban protección contra enfermedades e insectos. Ellas mismas se espulgaban y mantenían a raya los ratones y las malas hierbas. Atrajeron a su mayor enemigo con sus colores y aroma seductor y, cuando las fecundó a mano, devoraron al horticultor que, una vez digerido, les serviría para producir una buena cosecha.
Malvadisco
17 de May de 2018 / 04:58
Revolución verde 17 de May de 2018 / 04:58
Malvadisco
Por favor, tomar en cuenta esta versión 17 de May de 2018 / 16:06
Malvadisco
Taller 18 de May de 2018 / 05:29
José M. Nuévalos
 

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