Alud
Bajo lonjas de lodo estuvo varios días, ovillado en pegajoso vientre. Voces oyó en sus párpados. Despertó. Dio dos pasos como bebé de barro y se deshizo. Aún sentía el coletazo café de la sierpe que sepultó al convoy en la Sierra de Guerrero.
"Por fin llegaste", escuchó. Negó con la cabeza y esa fue toda su respuesta. Moverse quiso y quedó de silencio sembrado. Insular, terracota, una más de las miles de agujas de ese ejército yermo.
"Por fin llegaste", escuchó. Negó con la cabeza y esa fue toda su respuesta. Moverse quiso y quedó de silencio sembrado. Insular, terracota, una más de las miles de agujas de ese ejército yermo.
Meminero Tui
16 de December de 2017 / 20:40
16 de December de 2017 / 20:40
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