El alimento
Sintió que lo movían y al despertar, contempló con horror cómo uno de los pacientes desenvolvia su brazo para comerse las vendas empapadas de sangre. Era Tarrine. Ambos estaban internados en el cuarto piso del hospital. Su compañero de cuarto tenía un espectáculo callejero donde consumía canastas enteras de patatas o manzanas, piedras y animales vivos, pero nunca se sentía lleno y tan insatisfecho estaba que terminó internado por inanición. Durante las noches, veía a Tarrine rondar sospechosamente la morgue. Y una noche lo sorprendió devorando un bebé prematuro. “Ya ve, monsieur, solo esto me sacia”. Y se abalanzó sobre él con la boca distendida hasta las sienes. Él logró dominarlo y lo lanzó por la ventana. En su descenso, el caníbal abrió la boca tanto que se podía ver hasta el fondo del estómago donde reposaban las almas aullantes de las personas devoradas.
Carabela
19 de July de 2023 / 17:08
19 de July de 2023 / 17:08
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