El catador

Rafael entró temblando al edificio en busca de refugio por la tormenta.Tras su paso, el guardia cerró la puerta bajo llave. En el lugar había una mesa llena de botellas de vino.
—!Bienvenido!— le dijo un hombre que estaba reunido con otros tres, al tiempo que destapaba una de las botellas sirviéndole una copa. "Tanto se me nota", pensó el tembloroso. Se la tomó en el primer intento.
—!Sin olerla siquiera, wow!— dijo uno de ellos y preguntó:
—¿Qué le parece?
—A ver, sírveme otra— pidió Rafael. Esta vez movió la copa en círculos oliendo el vino antes de tragárselo.
—¿Qué tal— inquirió otro.
—Está medio seco...,pero si amarra — respondió con seriedad.
Luego de varias botellas de prueba en copas diferentes,le sirvieron otra en espera del siguiente veredicto. Esta vez, Rafael, luego de aspirar, vació el etílico en su boca, hizo gárgaras, se pasaba el líquido de una mejilla a otra como si fuera un enjuague bucal, antes de bebérselo. El cuarteto de hombres se quedaba viendo entre sí, asombrados por la técnica rudimentaria de la cual eran testigos.
—Los catadores de campo son los más capaces— le participó uno de ellos a otro, en voz baja.
—Y bueno ¿entonces qué?— saltó la pregunta.
—¿Neta, güey, neta? Sólo faltan unas botanitas— dijo Rafael, ya sin temblar.
Los hombres rieron. Rafael se tambaleaba buscando la puerta de salida.
—Hasta mañana— añadió.
—¿Quiere que lo lleve a su casa, maestro?— se ofreció uno.
—No, gracias, mi limusina me espera— dijo.
Cuando el guardia abrió la puerta de salida y se alejó de él por el tufo, Rafael se volteó y dijo:
—Se echaron uno ¿verdad?
Los hombres se vieron entre sí y alguien contestó:
—No, maestro.
—No mames, güey...me usaron de mula y ahora se lo dejo al guardia de souvenir.
Abrió la puerta y buscó un lugar donde pasar la noche, mientras guardaba en un bolsillo la tarjeta que le dio uno de los vinicultores.

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Le quité la tilde a "donde" de "donde pasar la noche" y el "aquí no hiede".
Otro dato es que los mejicanos dicen "limosina"; si es convveniente cambiarla, hacelo, pero no es nada grave.
Si ves que le falta alguna respuesta, me decís o así la dejamos. Ejemplo:

—¿Qué le parece?
—Este sí, carnal...,está perrón.

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Pero creo que ya está un poco largo.
Te espero.
Héctor
19 de April de 2023 / 09:59
El catador 11 de April de 2023 / 16:13
Héctor
taller: tercera vuelta 18 de April de 2023 / 14:28
carlos bortoni
Intento III 19 de April de 2023 / 09:59
Héctor
 

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