Un error arqueológico
Era la sexta tablilla que tenían que pulverizar, Leonard Woolley no entendía porque el doctor Davis los hacía eliminar la evidencia. Aquella noche tomó valor. El hombre, de bigote negro y abundante se sirvió un vaso con whisky e invitó a Leonard a sentarse.
—Hasta ahora no hemos encontrado al maestro.
—¿Al maestro?
—Al hombre que enseñó escribir cuneiforme a todas estas mujeres. No podemos presentar al mundo información incompleta.
—No es incompleta, tenemos la prueba de que hay textos anteriores a la Epopeya de Gilgamesh ¡y lo mejor, están firmados!
—Firmados por chiquillas, el equivalente de que en cinco mil años se encontrasen un chismógrafo.
Uno de sus colegas los interrumpió.
—Doctor, encontramos al maestro.
—Lo ve, Leonard. Ahora sí que publicaremos los resultados.
Leonard esperó a que llevasen la tablilla al museo para solicitar estudiarla. Después de una limpieza exhaustiva y documentada por estudiantes de la Universidad de arqueología, publicó su hallazgo: No era Enheduan, sino Enheduanna. El primer escritor de la historia, era mujer.
—Hasta ahora no hemos encontrado al maestro.
—¿Al maestro?
—Al hombre que enseñó escribir cuneiforme a todas estas mujeres. No podemos presentar al mundo información incompleta.
—No es incompleta, tenemos la prueba de que hay textos anteriores a la Epopeya de Gilgamesh ¡y lo mejor, están firmados!
—Firmados por chiquillas, el equivalente de que en cinco mil años se encontrasen un chismógrafo.
Uno de sus colegas los interrumpió.
—Doctor, encontramos al maestro.
—Lo ve, Leonard. Ahora sí que publicaremos los resultados.
Leonard esperó a que llevasen la tablilla al museo para solicitar estudiarla. Después de una limpieza exhaustiva y documentada por estudiantes de la Universidad de arqueología, publicó su hallazgo: No era Enheduan, sino Enheduanna. El primer escritor de la historia, era mujer.
J. R. Spinoza
13 de March de 2023 / 01:30
13 de March de 2023 / 01:30
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