Inpiración
Mientras él duerme en su lecho después de la larga ausencia, Penélope, contempla la piel bronceada por el sol del Egeo; las nalgas duras aún en reposo; los brazos poderosos. Se acerca a la cama. Besa una pantorrilla primero, lame un muslo después. Disfruta el sabor del amante en descanso. Lleva los dedos al monte de Afrodita y se prolija húmedas y concéntricas caricias al tiempo que sus ojos admiran al ciclope, que yace quieto, entre las piernas de Ulises.
Black Dot
02 de August de 2017 / 09:51
02 de August de 2017 / 09:51
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