A veces observo que los textos presentados no se ajustan a la propuesta y se justifican introducciendo como "extra" o "figurante" al personaje o tema que debería inspirar el escrito.

Me tomo la libertad de usar a Monterroso y su dinosaurio, como ejemplo:

"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí."

¿Trata de dinosaurios? Creo que no. Trata del espacio, del tiempo, del tedio... O quizás encierra un mensaje, o es una frase vacía, pero desde luego, no recrea a nuestros bichitos antediluvianos. Con esto quiero decir que el hecho de que aparezca o se mencione el objeto de la propuesta, independientemente de la bondad o no bondad del cuento, al menos para mí, no es suficiente.
Me gustaría saber qué opináis.
Saludos,
Lola.