Terco que soy, Elisa
El tiempo a dos bandas
En la cárcel, el tiempo se ralentiza. Por eso, Juan, al recobrar su libertad después de estar quince años en prisión, se siente desfasado con los cambios del entorno. Al llegar a casa, la madre del ex-convicto, le presenta a un muchacho quien dice ser su hijo y que nació cuando él comenzaba a purgar condena. Juan, sorprendido, abraza al muchacho y pronuncia: "¡Con qué rapidez has crecido, muchacho!". El joven no está de acuerdo con la frase, ya que, debido a su precaria situación económica y el haber estado cuidando a su madre por más de cinco años hasta su fallecimiento, hace tres meses, le parecía que el tiempo a veces se congelaba o había corrido a paso lento en su vida.
En la cárcel, el tiempo se ralentiza. Por eso, Juan, al recobrar su libertad después de estar quince años en prisión, se siente desfasado con los cambios del entorno. Al llegar a casa, la madre del ex-convicto, le presenta a un muchacho quien dice ser su hijo y que nació cuando él comenzaba a purgar condena. Juan, sorprendido, abraza al muchacho y pronuncia: "¡Con qué rapidez has crecido, muchacho!". El joven no está de acuerdo con la frase, ya que, debido a su precaria situación económica y el haber estado cuidando a su madre por más de cinco años hasta su fallecimiento, hace tres meses, le parecía que el tiempo a veces se congelaba o había corrido a paso lento en su vida.
Héctor
30 de April de 2022 / 10:05
30 de April de 2022 / 10:05
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