Nueva respuesta al taller
Excelente consejo, Eliana; gracias. Aquí va de nuevo con un cambio al final. Ta me dirás que te parece o si regresamos al anterior.:
El siniestro enemigo de la mujer
Un signo inequívoco del avance del tiempo surgió cuando escuchó, por primera vez, "oiga, señorita" en lugar de "oye, niña". Más tarde, la aparición del funesto "señora" como apelativo fue demoledor e insultante. Evidenciaba aquellos signos que ella prefería llamar experiencia. La falta de misericordia de los años fue patente cuando escuchó aquel humillante "¿Le ayudo a cruzar la calle, doña Mariana?". Era el colmo. En ese momento no supo si matar a quien se lo dijo, o suicidarse.
Saludos
El siniestro enemigo de la mujer
Un signo inequívoco del avance del tiempo surgió cuando escuchó, por primera vez, "oiga, señorita" en lugar de "oye, niña". Más tarde, la aparición del funesto "señora" como apelativo fue demoledor e insultante. Evidenciaba aquellos signos que ella prefería llamar experiencia. La falta de misericordia de los años fue patente cuando escuchó aquel humillante "¿Le ayudo a cruzar la calle, doña Mariana?". Era el colmo. En ese momento no supo si matar a quien se lo dijo, o suicidarse.
Saludos
Posdata
22 de April de 2022 / 12:33
22 de April de 2022 / 12:33
Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.