La idolatría le parecía escandalosa. Cualquier artista, gladiador o comerciante que sobresalía del montón era adorado como un dios y en tanto los jóvenes ya no respetaban a los mayores, los robos, fraudes y crímenes de toda índole ya eran alarmantes. Nos se diga de la lujuria, el adulterio y otras conductas que le parecían desbocadas. Cansado de tanto desenfreno y degradación de la gente, se retiró a la montaña a meditar. Fue entonces cuando le vino a la cabeza a Moisés aquel cuento de los diez mandamientos.
Pitecantropus
10 de January de 2022 / 23:22
El líder 10 de January de 2022 / 23:22
Pitecantropus
Seleccionada: trabajemos sobre ella. 13 de January de 2022 / 00:28
Tomás del Rey
 

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