Fallo de noviembre · Juez: Tomás del Rey

Como advertencia inicial, diré que nunca estuvo mejor puesto el nombre de “fallo”. Porque probablemente me equivoque a la hora de juzgar. He sacado en claro que sirvo más para reo que para juez. Además, esto de ser juez único y no poder discutirlo con nadie supone un cierto vértigo. Inevitablemente, el fallo está lastrado por los gustos, manías y obsesiones de quien suscribe, que no tienen por qué coincidir con los de los demás.
Y yendo ya al grano, diré que he encontrado textos muy interesantes. Proponía en la convocatoria darle una vuelta de tuerca al clásico, jugar con ellos, apoyándonos en lo que el lector ya sabe (muchas veces sin ser consciente de ello) para otorgarle una nueva dimensión o perspectiva.
Ha habido todo tipo de propuestas, bastante originales muchas de ellas. Como ahora voy a comentar las ganadoras y seleccionadas, hablaré primero de un grupo que he descartado. Consistían muchas de ellas en un esfuerzo por incluir una ensalada de obras. Aprecio mucho la dificultad de componer estos juegos de títulos y autores, pero, personalmente, no me dicen mucho narrativamente, salvo, insisto, el esfuerzo de hacerlo encajar todo. En otros casos, otros textos prolongaban o parafraseaban la historia conocida, sin lograr esa vuelta de tuerca, ese clic que uno espera (siempre desde mi apreciación subjetiva).
Pero vayamos a los que, a mi juicio, sí lo han logrado (o a una selección de ellos, porque hay más aparte de los que destaco a continuación):

PRIMER PUESTO
Cena ligera
Autor: Moebius
Tallerista: José T. Espinosa-Jácome (“El último Abencerraje”)
Esta noche viene a cenar Aquiles. Como siempre, le obsequiaremos con su plato favorito: Sopa de tortuga.
TDR:
Breve, certero, ingenioso. Un homenaje en forma de venganza. Y un diálogo perfecto entre la mini y el título que la completa y le da toda su dimensión. En su aparente simplicidad, hay toda una historia, una metáfora y un juego de ingenio.

SEGUNDO PUESTO
Diez mil y una
Autor: Rudolf
Tallerista: Mónica Brasca
Hace años que el rosa abandonó sus mejillas y que el viejo zorro de Shariar, que ahora confía plenamente en ella, se quedó sordo y casi no puede escucharla. Aun así, en cuanto el anciano se duerme, Sherezade sale a hurtadillas del palacio. A cambio de unas monedas recoge historias, frescas y jugosas, en las tabernas donde beben los marineros recién desembarcados; en los burdeles de donde sueñan escapar las muchachas; en las puertas del mercado, donde las campesinas extienden sobre gastados trozos de lona un puñado de dátiles, dos docenas de hojuelas o una cántara de miel. Con ellas alimenta lo que fue su salvación y ahora es su condena: la pasión por contar.
TDR:
Estupenda metáfora de lo que nos supone a los narradores esta afición que es también una forma de condena. Necesitamos narrar, aun cuando aparentemente ya no sea necesario. Muy buena recreación del ambiente marginal, de los abismos en los que puede caer el narrador buscando historias. Un lenguaje plástico, con una perfecta selección de los detalles esenciales, los que crean un ambiente.

TERCER PUESTO
De la bohemia
Autor: Aarón
Tallerista: Marcial Fernández
Pasó tanta hambre como corresponde a un poeta maldito de cualquier época. Cuando murió de inanición y un mecenas se decidió a publicar sus poemas, observaron que ya se los había comido todos. En sus cuadernos no hallaron ni las migajas de una coma entre las hojas en blanco.
TDR:
Estupendo guiño a esa unión de olvido y hambre de quienes aspiraban a vivir de la literatura. Una imagen muy potente y poética

MENCIONES

Bucle
Autor: Chester Truman
Tallerista: Jorge Oropeza
... y entonces el escarabajo se convirtió en Kafka y comenzó a escribir “La metamorfosis”. Y ahí siguen.
TDR:
A ver cómo lo explico. Estuve pensando si esta debía ser la ganadora. Vista en sí misma, es perfecta. Pero al final lo dejo en mención por una cuestión importante para mí. Puede haber sido de forma inconsciente, o incluso ser un homenaje, pero veo en ella demasiado presente la siguiente mini del gran Monterroso: «Érase una vez una Cucaracha llamada Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha llamada Franz Kafka que soñaba que era un escritor que escribía acerca de un empleado llamado Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha.» Abordan ambas la misma idea gloriosa. Eso me impidió dejarla como premiada.

¿Gata Flora?
Autor: Telares
Tallerista: Carmen Simón
—Pero mirá que nunca estás conforme, si es un candidatazo.
—Sí, pero…
—¿Qué es lo que no te convence? Tiene unos añitos más que vos, pero mejor, así te protege. Además, te da todos los gustos. Te llevó a vivir a su mansión, te tiene como una reina.
—Sí, pero hay algo raro. No quiere que entre en su escritorio y lo tiene siempre cerrado con llave. El otro día me vio cerca de la puerta y se puso muy nervioso.
—Y bueno, ¿para qué querés entrar ahí con todas las habitaciones que tenés?
—Hay otra cosa que me preocupa: la barba.
—Pero si no usa barba…
—Porque se la afeita. Pero cuando le crece, es azul.
TDR:
Por la naturalidad del diálogo, por el giro final que con muy poco nos sugiere toda una historia, y crea una imagen potente del criminal sacándole partido a los conocimientos del lector. Personalmente, creo que el título todavía no está logrado.

Simbolismo
Autor: Simbad
Tallerista: Carlos Bortoni
Salió del clóset enfundado en una botarga de escarabajo. Así se ahorraba explicaciones.
TDR:
Una estupenda idea. El disfraz que ahorra tener que explicar y explicarnos lo que los demás no entenderán. Interesante vuelta de tuerca a nuestro inagotable Kafka.