Mi estimado Jorge. Un gusto también.

Me pareció casi obvio lo de Roberto Otero, pero veo que no lo es. Fue el mejor título que se vino a la cabeza cuando escribí la mini. Lo que sugieres me parece bien, pero yéndome un poco por la libre para evitar la repetición de "caballero", someto este texto a tu fina, sabia y atenta consideración:

Un moderno hidalgo

Lo conoció en una fiesta. Era apuesto, buen conversador y atento; todo un caballero. Lo confirmó al llegar a la intimidad: debajo de la ropa descubrió aquellos brazos y muslos de acero, el tórax acorazado sujeto con robustos tornillos y un enjambre de cables protegidos por aquella perfecta armadura reluciente.

Un fuerte abrazo