Una historia... diferente
Mamá solía relatar cuentos a mi hija cada tarde. Ayer escuché detrás de la puerta el que le contó:
“La ciudad y los perros dormían aún cuando Mary salió para llevar galletas a su abuela enferma. Un lobo con piel de oveja le salió al paso y, tras preguntarle su destino, ofreció ayudar. ¿Recuerdas “Mary has a little lamb”? Pues era ella, la de la canción, y como tenía una ovejita en casa no sospechó. Pero aquel debajo del vellocinio de oro era el lobo de Wall Street, un viejo lobo de mar astuto y mañoso que la mandó hasta el Bronx. Él tomó un atajo y llegó primero. Al verlo, Pedro, un pastor que predicaba por ahí, dio la alarma, pero nadie le hizo caso y terminó en las tripas de la bestia, indigestándola. Al escuchar ruido, la abuela llamó a los hermanos de Arville, valientes cazadores que llegaron raudos con fanfarrias y torretas encendidas. Cuando oyó el dulce canto de las sirenas, se sintió aliviada; tomó el abrigo de pieles, su bolso de cuero de ñu para ir de compras y a comer pollo en Joe’s”.
Tras una pausa, continuó: “Ellos fueron tras el lobo, y en la persecución, una enorme rama golpeó la cabeza de Francisco y murió. Pero su hermano Juan, fuera de sí, lo acorraló, ahorcándolo. Por eso la viuda del muerto educó a sus hijos y nietos, haciéndolos repudiar la cacería, hasta que los descendientes y otros activistas fundamos PETA, para proteger a los animales del maltrato.
“La ciudad y los perros dormían aún cuando Mary salió para llevar galletas a su abuela enferma. Un lobo con piel de oveja le salió al paso y, tras preguntarle su destino, ofreció ayudar. ¿Recuerdas “Mary has a little lamb”? Pues era ella, la de la canción, y como tenía una ovejita en casa no sospechó. Pero aquel debajo del vellocinio de oro era el lobo de Wall Street, un viejo lobo de mar astuto y mañoso que la mandó hasta el Bronx. Él tomó un atajo y llegó primero. Al verlo, Pedro, un pastor que predicaba por ahí, dio la alarma, pero nadie le hizo caso y terminó en las tripas de la bestia, indigestándola. Al escuchar ruido, la abuela llamó a los hermanos de Arville, valientes cazadores que llegaron raudos con fanfarrias y torretas encendidas. Cuando oyó el dulce canto de las sirenas, se sintió aliviada; tomó el abrigo de pieles, su bolso de cuero de ñu para ir de compras y a comer pollo en Joe’s”.
Tras una pausa, continuó: “Ellos fueron tras el lobo, y en la persecución, una enorme rama golpeó la cabeza de Francisco y murió. Pero su hermano Juan, fuera de sí, lo acorraló, ahorcándolo. Por eso la viuda del muerto educó a sus hijos y nietos, haciéndolos repudiar la cacería, hasta que los descendientes y otros activistas fundamos PETA, para proteger a los animales del maltrato.
Gesel van God
19 de November de 2021 / 23:50
19 de November de 2021 / 23:50
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