Hola Carlos; Saludos, espero que estes bien. Aqui va está versión y espero tu opinión.
La dialéctica empedernida
Un señor caminaba enfrente de mi cuando se le escapó el pene por la pierna del pantalón. Siguió su camino ignorante de su pérdida. No supe que hacer. ¿Le gritaba que regresara a recoger su miembro o lo pateaba hasta alcanzarlo y mostrarle lo que había extraviado? Lo pateé. Mala puntería la mía, porque reboto en una pared y le pego en la cara a un tipo que montó en cólera.
—¿De quién es esta verga? —rugió
Quise explicarle que era del señor, que en ese momento doblaba la esquina, pero no me dio tiempo; recogió el pito del piso y se me quiso venir encima.
—Oiga —grito una mujer—, no abuse del joven, solo quería realizar su buena acción del día.
Él tipo se dio vuelta le enseño el miembro, que de tanto estar en su mano lucia ahora turgente, de buen tamaño y, no le voy a mentir, más ancho. Ella se persigno.
—Ay Dios de los cielos que cosa tan horrenda —decía y se echaba aire a la cara—, quite eso de aquí, no quiero que me toque.
Él tipo peleonero se hartó de discutir, metió el enorme falo en una bolsa de plástico.
—Para el asador — dijo y se marchó a casa.
Nunca sabremos si acaso el dueño lo habrá extrañado.
Un señor caminaba enfrente de mi cuando se le escapó el pene por la pierna del pantalón. Siguió su camino ignorante de su pérdida. No supe que hacer. ¿Le gritaba que regresara a recoger su miembro o lo pateaba hasta alcanzarlo y mostrarle lo que había extraviado? Lo pateé. Mala puntería la mía, porque reboto en una pared y le pego en la cara a un tipo que montó en cólera.
—¿De quién es esta verga? —rugió
Quise explicarle que era del señor, que en ese momento doblaba la esquina, pero no me dio tiempo; recogió el pito del piso y se me quiso venir encima.
—Oiga —grito una mujer—, no abuse del joven, solo quería realizar su buena acción del día.
Él tipo se dio vuelta le enseño el miembro, que de tanto estar en su mano lucia ahora turgente, de buen tamaño y, no le voy a mentir, más ancho. Ella se persigno.
—Ay Dios de los cielos que cosa tan horrenda —decía y se echaba aire a la cara—, quite eso de aquí, no quiero que me toque.
Él tipo peleonero se hartó de discutir, metió el enorme falo en una bolsa de plástico.
—Para el asador — dijo y se marchó a casa.
Nunca sabremos si acaso el dueño lo habrá extrañado.
Black Dot
15 de October de 2021 / 08:15
15 de October de 2021 / 08:15
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