Final en casa
El niño tiene cáncer. Se va a morir. Su cabeza sin cabello, los labios resecos, los ojos hundidos y las profundas ojeras. El dolor no lo abandona.
—Vayan a casa, ya no hay nada que hacer —dice el doctor de manera fría, impersonal.
Los huesos enfermos del pequeño queman, se quiebran cual ramas secas.
La respiración del pequeño se va haciendo pausada, sus ojos se cierran, sus manos dejan ir las de los papas. Y todo cesa. Un llanto quedo se desata como un tónico para remediar el dolor.
—Vayan a casa, ya no hay nada que hacer —dice el doctor de manera fría, impersonal.
Los huesos enfermos del pequeño queman, se quiebran cual ramas secas.
La respiración del pequeño se va haciendo pausada, sus ojos se cierran, sus manos dejan ir las de los papas. Y todo cesa. Un llanto quedo se desata como un tónico para remediar el dolor.
Black Dot
17 de September de 2021 / 10:58
17 de September de 2021 / 10:58
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