Hola, Jorge. Espero que estés bien en todo lo que se puede estar bien. Lo demás es parte del paisaje, gajes del oficio o accidentes del terreno, je, je.

¿Has conocido a alguna madre sobreprotectora? Son asfixiantes...

No recuerdo haberme entusiasmado nunca, cuando niño, al saber que me llevarían al médico, especialmente si no me sentía mal y/o había la amenaza de que fuera inyectado, de que me recetaran medicinas de sabor un tanto abominable o de que me obligaran a guardar cama y no poder jugar. Incluso, como adulto, aún me resisto a acudir a uno.

No cabe duda que la opinión de un lector y/o tallerista ayuda a aclarar las ideas del autor. Al formular esta respuesta a tus dudas se me despejó el camino.

Seguramente esta nueva versión resulta mejor:

Sin respiro

No era cualquier agente patógeno el que le causaba esa sensación de asfixia. Era su madre aprensiva y sobreprotectora que, al primer estornudo, le anunciaba que lo llevaría a ver al médico.

Espero tu opinión

Saludos