Pi...
Antes que nada una disculpa por arrancar tan tarde el taller. Para inciar algunas consideraciones a tener en cuenta:
1. El texto y lo que sucede con el es responsabilidad exclusiva del autor. Sólo el autor puede decir cuál será su versión final.
2. Tallerear un texto es estar dispuesto a experimentar distintas variantes en áreas de descubrir la mejor versión del texto en cuestión. Negarse a dicha exploración es negarse a tallerear el texto.
3. Ninguna lectura del texto... ninguna exploración... ninguna propuesta dentro del taller tiene una agenda oculta o una intencionalidad previa al texto. Por el contrario... el taller debe obedecer a las necesidades de cada texto y sus potenciales versiones... cuyo descubrimiento es siempre accidental.

Si estás de acuerdo en trabajar así... te propongo que empecemos cuestionando si es necesario para tu historia saber que el mejor amigo le recomendó el libro y que lo recibiera como regalo... para mi... tu relato está aquí:
"No encontró poesía en él. Solo halló cientos de incomprensibles ecuaciones que describían con detalle los movimientos de los astros."
Si está de acuerdo en ello... me parece que chocan las palabras "encontró" y "halló". Y... por otro lado... ¿importa si hablamos de un libro? ¿Y si ahí donde no encuentra poesía es el universo? ¿Me explico?
Quedo atento a saber de ti. Me parece hermosamente poética la idea de esas incomprensibles ecuaciones.
Abrazo.