Abandono
Y llego de la calle, con la ropa y el cabello que escurre de esta lluvia fría que no para. Con truenos y relámpagos que cimbran mis pasos y mi pecho. Con las alas de la ilusión despedazadas. Llego al vacío de cuatro paredes a la que llamo casa, hogar y en el que nadie me espera. Donde los sueños se empolvan; son basura que se acumula en un rincón. Me cambio de ropa. Me seco el cabello vuelto una maraña de nudos y canas. Me tumbo en el sillón y apunto el control a la tele para que la realidad trucada que me vende adormezca mis sentidos. Pero ¡pum! Se corta la corriente eléctrica. Suelto una palabrota de barriada; de esas, de las que se creen señoras educadas se espantan y exhalan aire como asmático en pleno ataque. No me muevo, en espera de que la "luz" vuelva, pero la ingrata se ha marchado, como tantas otras que prometen volver y no lo hacen. Busco una vela, una lámpara para iluminar mi oscuridad y entonces lo descubro; allí, mirándome con sus pequeños pero expresivos ojos. Las orejas erguidas, el bigote tieso y vibrante. Lo miro. Me mira. Nos miramos en una súplica perenne. No me mates, dice él. No me dejes solo, digo yo.
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Hoja en blanco
03 de March de 2021 / 18:24
03 de March de 2021 / 18:24
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