Respuesta al tallereo 1
Hola, Carlos. Espero te encuentres bien.
Me alegra que te guste. Respecto a lo que planteas, tampoco lo sé, je, je. Tal vez es innecesaria. Probemos a dejarla fuera. Me parece que el final quedaría mejor así: "O tal vez la historia, la crónica de esperanzas y temores, de realidades, belleza y caos", con el último "el" suprimido. ¿Qué opinas?
Así las cosas, el texto quedaría así:
El códice
Érase una vez el cielo, con las estrellas, el sol y la luna; con las nubes y la lluvia. Bajo su manto, éranse la tierra y el fuego, la montaña y la lava, como eran también el agua y el aire, desde el manantial hasta el mar, desde el huracán hasta la brisa.
Éranse la oscuridad de la nada, la transparencia y los colores; el cristal de roca y la obsidiana, el jade y el oro. También érase la vida, las plantas y las flores; el quetzal y la serpiente, el jaguar y el venado; el águila majestuosa. Érase el hombre y la palabra, la piedra labrada, las ciudades y caminos; la arcilla, la madera y el papel amate.
Érase la profecía, escrita sobre la piel misma de los árboles, la que habla de sus que raíces devorarían el presente, y las ramas cubrirían toda evidencia. O tal vez la historia, la crónica de esperanzas y temores, de realidades, belleza y caos.
Saludos
Me alegra que te guste. Respecto a lo que planteas, tampoco lo sé, je, je. Tal vez es innecesaria. Probemos a dejarla fuera. Me parece que el final quedaría mejor así: "O tal vez la historia, la crónica de esperanzas y temores, de realidades, belleza y caos", con el último "el" suprimido. ¿Qué opinas?
Así las cosas, el texto quedaría así:
El códice
Érase una vez el cielo, con las estrellas, el sol y la luna; con las nubes y la lluvia. Bajo su manto, éranse la tierra y el fuego, la montaña y la lava, como eran también el agua y el aire, desde el manantial hasta el mar, desde el huracán hasta la brisa.
Éranse la oscuridad de la nada, la transparencia y los colores; el cristal de roca y la obsidiana, el jade y el oro. También érase la vida, las plantas y las flores; el quetzal y la serpiente, el jaguar y el venado; el águila majestuosa. Érase el hombre y la palabra, la piedra labrada, las ciudades y caminos; la arcilla, la madera y el papel amate.
Érase la profecía, escrita sobre la piel misma de los árboles, la que habla de sus que raíces devorarían el presente, y las ramas cubrirían toda evidencia. O tal vez la historia, la crónica de esperanzas y temores, de realidades, belleza y caos.
Saludos
Pseudónimo
26 de February de 2021 / 14:08
26 de February de 2021 / 14:08
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