Hola, Pi.

Tanto imaginar, sentir, y desear se materializa en un abrir y cerrar de ojos, pero que ha merecido la pena. Así es la vida a veces.

En tu texto pasa algo parecido. Divagas en un romanticismo exagerado y repetitivo que al final sólo desemboca en la dulce tristeza de “breve pero inolvidable”.

Si la vuelves a presentar con otro compañero, intenta seguir una línea narrativa, y si no, haz algo corto que exprese cómo interminables veladas de amor se concentraron al final en un efímero, pero intenso, encuentro.

Saludos,

Lola Tequila.