En silencio, inmune a los reproches de la mujer, él ponía sus cosas dentro de una valija. Ella pedía explicaciones a los gritos y le recordaba que esa noche tenían un compromiso. Ante su indiferencia, más lo insultaba. Por un momento el hombre levantó la vista y la miró de frente. En un destello de sus ojos grises, ella percibió el desprecio. A continuación vio proyectarse en sus pupilas, con una vorágine caleidoscópica, todas las imágenes de su vida juntos. Se vio a sí misma vestida de encaje blanco y a él abrazándola, enamorado. Un poema cursi, el primer café, aquel barco, los hijos negados, los baños de mar, las llegadas tarde, los viajes por el mundo, los congresos para él solo, la falta de caricias, el olvido de fechas y regalos, la indiferencia de los últimos años. Vio, en ese acto mecánico tantas veces repetido, que él no elegía qué llevarse, sino que reunía en su equipaje todo el universo posible. Y aunque aún estaba allí, lo vio irse para siempre.
Diletante
16 de October de 2020 / 13:40
Revelación 16 de October de 2020 / 13:40
Diletante
TALLER (COMENTARIO) 18 de October de 2020 / 11:36
José M. Nuévalos
Gracias. Envié mail. 21 de October de 2020 / 12:13
Diletante
 

Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.