Respuesta al taller (final)
Todo por dos letras...
Lo sabía. Casi desde un principio sospeché que mi texto jamás sería seleccionado porque no se amolda a tus criterios y aunque atiendo consejos y sugerencias, no estoy dispuesto a cumplir todos tus caprichos. Pero tenía esperanzas. ¿Cuántas versiones de un texto de diez palabras era necesario producir hasta encontrar una que te satisficiera a TI, aún a costa de que no fuera satisfactoria para MÍ, como autor? Creo que te extralimitas en tus funciones como tallerista.
¿Por qué esa obsesión de cambiar lo que desde su versión original puede estar bien? ¿Debe forzosamente notarse tu intervención o tu huella en el texto? Explorar posibilidades es bueno, indispensable en ocasiones y es una excelente técnica, pero a veces resulta ocioso e innecesario cuando el mensaje es claro y se cumple el objetivo.
Afirmas que viste solo una vez una nueva versión del texto. ¿Olvidas que me pediste probar otras opciones, que lo hice y te respondí con mis comentarios. ¿Es necesario escribir cada cosa que sugieres y plasmarla en la respuesta para estar seguro de que tus pupilos hicieron la tarea y cumplieron tus órdenes? ¿Acaso estamos en un kindergarten o en las juventudes hitlerianas? ¿No puedes hacerlo tú y probar si funciona antes de sugerirlo? ¿Qué debe hacerse para convencerte de algo?
Quien corre el riesgo de que el texto merezca el reconocimiento o rechazo de los lectores y/o gane en el concurso, es del autor. Tu prestigio y honra están a salvo si no se logra, créemelo.
Sin embargo, de algo sirvió este taller. Entendí que los días 11 la desobediencia es una mala costumbre que no debo poner en práctica, en particular este mes de septiembre. Gracias por hacérmelo saber.
Hasta la próxima
Lo sabía. Casi desde un principio sospeché que mi texto jamás sería seleccionado porque no se amolda a tus criterios y aunque atiendo consejos y sugerencias, no estoy dispuesto a cumplir todos tus caprichos. Pero tenía esperanzas. ¿Cuántas versiones de un texto de diez palabras era necesario producir hasta encontrar una que te satisficiera a TI, aún a costa de que no fuera satisfactoria para MÍ, como autor? Creo que te extralimitas en tus funciones como tallerista.
¿Por qué esa obsesión de cambiar lo que desde su versión original puede estar bien? ¿Debe forzosamente notarse tu intervención o tu huella en el texto? Explorar posibilidades es bueno, indispensable en ocasiones y es una excelente técnica, pero a veces resulta ocioso e innecesario cuando el mensaje es claro y se cumple el objetivo.
Afirmas que viste solo una vez una nueva versión del texto. ¿Olvidas que me pediste probar otras opciones, que lo hice y te respondí con mis comentarios. ¿Es necesario escribir cada cosa que sugieres y plasmarla en la respuesta para estar seguro de que tus pupilos hicieron la tarea y cumplieron tus órdenes? ¿Acaso estamos en un kindergarten o en las juventudes hitlerianas? ¿No puedes hacerlo tú y probar si funciona antes de sugerirlo? ¿Qué debe hacerse para convencerte de algo?
Quien corre el riesgo de que el texto merezca el reconocimiento o rechazo de los lectores y/o gane en el concurso, es del autor. Tu prestigio y honra están a salvo si no se logra, créemelo.
Sin embargo, de algo sirvió este taller. Entendí que los días 11 la desobediencia es una mala costumbre que no debo poner en práctica, en particular este mes de septiembre. Gracias por hacérmelo saber.
Hasta la próxima
Volkandert
03 de September de 2020 / 16:52
03 de September de 2020 / 16:52
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