Si tus intenciones de participar con tus textos, aprender y crecer son genuinas, y no están motivadas en obtener solamente una buena nota, no te sientas aludido ni comparado con nadie; eres bienvenido.

Una recomendación: antes de subir tus textos, revísalos (sintaxis, ortografía, puntación, tiempos verbales, cacofonías, palabras repetidas, etc.), léelos varias veces, incluso en voz alta y observa que haya una buena cadencia. Déjalos reposar uno o más días, revísalos de nuevo y repite el proceso. Corrige cuantas veces sea necesario para mejorarlos y hacerlos más claros.

Al escribir minirrelatos, elimina aquello que sea superficial, accesorio o no aporte nada a la narración. Y por supuesto, que contenga los elementos esenciales: planteamiento, desarrollo, nudo y desenlace. Asegúrate de que el escrito sea una historia, real o ficticia, que amerite ser contada y leída, no una mera anécdota a la que seguramente pocos prestarán atención . Un buen texto debe ser capaz de provocar algo en el lector, una reacción, mover alguna fibra o cuerda en su interior, una emoción, un sentimiento, sorpresa y cosas así para no pasar desapercibido.

Lo más importante: Piensa que el lector es ajeno a lo que ocurre dentro de tu cabeza, por lo que necesitas comprobar que tus palabras expresan tus ideas correctamente y en orden. Por eso es importante dejar reposar el texto. Alejarse de él un rato permite que la cabeza se desconecte de él y, al retomarlo, lo veas con otra perspectiva.

Y recuerda, no todas las concepciones terminan en parto. Los abortos son frecuentes y naturales en el arte de escribir.

Saludos y buena suerte