Se habían conocido en los tiempos de los viejos dioses. Sabían que su amor duraría para siempre. Cumplieron los rituales, hicieron los sacrificios necesarios y se reencontraron vida tras vida en lo que el resto de la especie dominaba el cobre, el bronce, el hierro, la pólvora, el vapor, la fuerza contenida en cada átomo. Se amaron en diferentes razas, idiomas y naciones. Cuando la especie se condenó a sí misma y no hubo esperanza de que hubiera otra generación para reencarnar, antes del último pacto suicida acariciaron sus plateadas cabelleras y se besaron por última vez.
Fue una sorpresa total cuando nacieron de nuevo, abriendo sus seis ojos, sintiendo moverse sus tentáculos, bajo un cielo con dos soles.
Hechicero
03 de February de 2017 / 05:38
Metempsicosis 03 de February de 2017 / 05:38
Hechicero
Saludos 03 de February de 2017 / 22:13
José Luis Velarde
Gracias... Así queda mejor? 04 de February de 2017 / 21:05
Hechicero
Saludos 2 04 de February de 2017 / 22:24
José Luis Velarde
 

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