Mi voto para las que siguen...
Estas son mis favoritas. No sé si logramos descifrar quién primero o quién después, pero me gustan mucho las siguientes.
Día 17 de abril – Tallerista: Josep M. Nuévalos
Vida e inmortalidad
Autor: bebé
Como sus pinceladas sobre el lienzo, la vida iba y venía a través de Vincent. A veces fúnebre o llena de rabia lumínica, en ocasiones contemplativa e impetuosa en otras. Como el episodio cuando cortó la oreja. Trazos violentos, matices y texturas convertidos en el soplo de vida que —en ausencia— la harían inmortal en los autorretratos del artista.
Día 11 de abril – Tallerista: Carlos Bortoni
Presentimiento
Autor: Pseudónimo
En su dormitorio, un Vincent van Gogh pensativo, terminaba de cortar un lienzo malogrado con la navaja. La mosca detrás de la oreja le causaba inquietud y zozobra. El resto es historia conocida.
Retroceso y avance
Autor: Johnny Pinto
El día que el sonido en estéreo se transformó en monofónico por culpa de la una navaja, pensó que era el fin. En compensación a esa pérdida, Van Gogh empezó a escuchar la luz del campo, el color de los lirios y girasoles y el brillo de las estrellas.
Día 18 de abril – Tallerista: Elisa de Armas
Borrón y cuenta nueva
Autor: Pseudónimo
La imagen sobre el lienzo habla por sí sola. Muestra un modesto dormitorio con una ventana al fondo. Sobre la cama, a la derecha, yace un hombre de mediana edad en un charco de sangre, sobre la mesa de noche hay una navaja y en el piso, la oreja que acaba de cortar. Dos sillas y varios cuadros en las paredes completan el escenario flanqueado por dos puertas. Los vivos colores y contrastes de la obra “El dormitorio en Arlés”, que se exhibe en el Museo Van Gogh, muestran con sencillez y crudeza la escena que el lector acaba de imaginar, a excepción del hombre, la sangre, la navaja y la oreja.
Día 17 de abril – Tallerista: Josep M. Nuévalos
Vida e inmortalidad
Autor: bebé
Como sus pinceladas sobre el lienzo, la vida iba y venía a través de Vincent. A veces fúnebre o llena de rabia lumínica, en ocasiones contemplativa e impetuosa en otras. Como el episodio cuando cortó la oreja. Trazos violentos, matices y texturas convertidos en el soplo de vida que —en ausencia— la harían inmortal en los autorretratos del artista.
Día 11 de abril – Tallerista: Carlos Bortoni
Presentimiento
Autor: Pseudónimo
En su dormitorio, un Vincent van Gogh pensativo, terminaba de cortar un lienzo malogrado con la navaja. La mosca detrás de la oreja le causaba inquietud y zozobra. El resto es historia conocida.
Retroceso y avance
Autor: Johnny Pinto
El día que el sonido en estéreo se transformó en monofónico por culpa de la una navaja, pensó que era el fin. En compensación a esa pérdida, Van Gogh empezó a escuchar la luz del campo, el color de los lirios y girasoles y el brillo de las estrellas.
Día 18 de abril – Tallerista: Elisa de Armas
Borrón y cuenta nueva
Autor: Pseudónimo
La imagen sobre el lienzo habla por sí sola. Muestra un modesto dormitorio con una ventana al fondo. Sobre la cama, a la derecha, yace un hombre de mediana edad en un charco de sangre, sobre la mesa de noche hay una navaja y en el piso, la oreja que acaba de cortar. Dos sillas y varios cuadros en las paredes completan el escenario flanqueado por dos puertas. Los vivos colores y contrastes de la obra “El dormitorio en Arlés”, que se exhibe en el Museo Van Gogh, muestran con sencillez y crudeza la escena que el lector acaba de imaginar, a excepción del hombre, la sangre, la navaja y la oreja.
Black Dot
07 de May de 2020 / 08:29
07 de May de 2020 / 08:29
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